Un equipo de investigadores del Reino Unido, encabezado por científicos de las universidades de Oxford y Cambridge, ha dado inicio a un ambicioso proyecto que busca diseñar y construir el primer genoma humano completamente artificial. Aunque la meta final aún está lejos y no se trata de crear un ser humano sintético, esta iniciativa representa un avance sin precedentes en el campo de la genética y la biotecnología.
De bacterias a humanos: un desafío de proporciones gigantescas
Hasta ahora, los científicos solo han logrado sintetizar genomas completos en organismos simples, como bacterias unicelulares, cuyo ADN está compuesto por uno o pocos cromosomas y apenas unos millones de pares de bases. Sin embargo, el genoma humano es inmensamente más complejo, con 46 cromosomas, alrededor de 3 mil millones de pares de bases y trillones de células implicadas.
Por eso, los investigadores han optado por comenzar con un enfoque más modesto: diseñar y ensamblar digitalmente una pequeña fracción del genoma humano, que corresponderá aproximadamente al 2% de un solo cromosoma. Este segmento será posteriormente sintetizado y estudiado en laboratorio, sentando las bases para futuras etapas del proyecto.
Una colaboración científica sin precedentes
El proyecto, denominado Genoma Humano Sintético (SynHG), reúne a especialistas de distintas disciplinas provenientes de universidades como Oxford, Cambridge, Kent, Manchester e Imperial College London. Además, cuenta con el apoyo financiero de la organización Wellcome Trust, que ha destinado cerca de 10 millones de libras esterlinas a esta investigación pionera.
El trabajo es liderado por el reconocido biólogo molecular Jason Chin, quien actualmente trabaja en el Instituto de Tecnología Ellison en Oxford, tras haber desarrollado una parte importante de su carrera en el Laboratorio de Biología Molecular del MRC en Cambridge. Chin sostiene que la capacidad de construir genomas sintéticos de gran tamaño a partir de células humanas revolucionará nuestra comprensión de la genética y tendrá implicaciones trascendentales en medicina y biotecnología.
Lo que vendrá en los próximos años
Durante los siguientes cinco a diez años, el equipo pretende completar la síntesis de un cromosoma humano artificial. Aunque esto solo representa una pequeña parte del genoma total, marcaría un gran paso hacia el objetivo más ambicioso de construir un genoma humano completo desde cero, una meta que podría tomar aún varias décadas más.
Las aplicaciones de esta tecnología, si se desarrollan correctamente, podrían transformar diversos campos: desde el desarrollo de nuevas terapias personalizadas hasta la creación de tejidos resistentes a enfermedades virales, pasando por avances en la agricultura mediante plantas más adaptables al cambio climático.
Ciencia con responsabilidad: el enfoque ético
Conscientes del impacto social y ético de esta iniciativa, los científicos han incorporado desde el principio un componente crucial: Care-full Synthesis, un programa de seguimiento ético coordinado por la investigadora Joy Zhang, de la Universidad de Kent. Esta iniciativa tiene como propósito reunir a expertos de diversos sectores —científicos, activistas, empresarios y responsables de políticas públicas— para reflexionar y establecer marcos de regulación en torno al uso de tecnologías de síntesis genética.
Entre los principales temas que se buscan abordar se encuentran las preocupaciones sobre la posibilidad de manipular embriones para crear “bebés a la carta”, los efectos no deseados que podrían tener los organismos sintéticos sobre el ambiente, o los riesgos de un mal uso, intencional o accidental, de estos avances. Por eso, el equipo enfatiza la importancia de anticiparse a estos dilemas antes de que la tecnología esté plenamente disponible.
No se trata de fabricar seres humanos
Los responsables del proyecto han sido enfáticos en aclarar que no están intentando construir humanos artificiales, ni tampoco editar genomas completos con fines reproductivos. Su objetivo es estrictamente científico: analizar secciones específicas del ADN dentro de células normales para comprender mejor cómo funciona nuestro código genético y cómo se relaciona con la salud y las enfermedades.
Este proyecto marca el comienzo de una nueva era en la biología sintética. La posibilidad de diseñar y fabricar segmentos extensos del ADN humano abre las puertas a descubrimientos que antes parecían inalcanzables, como desentrañar el funcionamiento de las regiones menos comprendidas del genoma, a menudo denominadas como su “materia oscura”. Aunque el camino por recorrer aún es largo, el enfoque cuidadoso y ético de los investigadores deja claro que están comprometidos con el avance de la ciencia de forma responsable, reflexiva y con visión de futuro.
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