Las autoridades de salud han encendido las alertas ante el aumento de casos de tos ferina, lo que ha llevado a reforzar medidas de vigilancia, diagnóstico y vacunación. La causa principal de este brote es la disminución en las tasas de vacunación, lo que deja vulnerables a bebés y niños pequeños.
La tos ferina, o pertussis, es una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Se transmite por gotas de saliva expulsadas al toser o estornudar y puede provocar síntomas severos en los recién nacidos y niños sin su esquema de vacunación completo.
Los episodios de tos pueden ser tan intensos que dificultan la respiración y pueden derivar en complicaciones graves como neumonía.
Síntomas y evolución de la tos ferina
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La enfermedad avanza en tres fases:
- Fase catarral: Se presentan síntomas leves similares a un resfriado común, como secreción nasal, estornudos, fiebre leve y tos seca. En esta etapa, la persona ya es contagiosa.
- Fase paroxística: Se caracteriza por ataques de tos severos e incontrolables, cianosis (coloración azulada de la piel por falta de oxígeno), vómitos tras la tos y fatiga extrema.
- Fase de convalecencia: La intensidad de la tos disminuye, pero la recuperación es lenta y puede prolongarse por varias semanas.
Si un bebé presenta dificultad para respirar o fiebre alta, se recomienda buscar atención médica de inmediato.
El diagnóstico se confirma mediante un cultivo de exudado nasofaríngeo o una prueba PCR. El tratamiento incluye antibióticos para reducir la propagación y medidas de soporte, como hidratación y oxigenoterapia en casos graves. Las autoridades advierten contra la automedicación, ya que un mal uso de antibióticos puede generar resistencia bacteriana.
Prevención: Vacunación y medidas sanitarias
Según la Comisión Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Conave), la vacunación es clave para prevenir la tos ferina. En México, el esquema de vacunación incluye la vacuna hexavalente para bebés y la DPT para niños de 4 años, además de la tdpa para embarazadas a partir de la semana 20 de gestación.
Otras medidas preventivas incluyen el lavado frecuente de manos, uso de cubrebocas, evitar el contacto con personas enfermas y no compartir utensilios. Históricamente, América registró un pico de 72,328 casos en 2012, que disminuyeron a 3,283 en 2022. Sin embargo, el repunte en 2025 ha generado preocupación, haciendo urgente reforzar la prevención.
@2mgmiligramos
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