Descubren un planeta similar a la Tierra con lluvia de cristal y atmósfera tóxica

El planeta está anclado por marea: siempre muestra la misma cara a su estrella, lo que implica un lado permanentemente a la luz y otro en la oscuridad

Descubren un planeta similar a la Tierra con lluvia de cristal y atmósfera tóxica

Descubren un planeta similar a la Tierra con lluvia de cristal y atmósfera tóxica

A unos 64 años luz, en la constelación de Vulpecula, se halla un exoplaneta que puede engañar visualmente: HD 189733 b tiene un tono azul intenso, similar al de la Tierra si la observáramos desde el espacio. Sin embargo, esa semejanza óptica proviene no de océanos o vida, sino de diminutas partículas de silicato suspendidas en su atmósfera, que dispersan la luz azul de modo muy eficiente.

Júpiter caliente: infernal en todos los sentidos

A diferencia de la Tierra, HD 189733 b pertenece a la categoría de “Júpiter caliente”: es un planeta gaseoso gigantesco que orbita extremadamente cerca de su estrella, completando su revolución cada 2,2 días. Esta cercanía provoca temperaturas que superan los 1 000 °C, condiciones letales para cualquier forma de vida tal como la conocemos.

Lluvia de vidrio y vientos mortales

Las condiciones atmosféricas son de pesadilla: nubes de silicato fundido se enfrían y se solidifican, precipitando como lluvia de diminutos cristales de vidrio. Pero lo más aterrador es que esta lluvia no cae verticalmente, sino que es arrastrada horizontalmente por vientos huracanados que superan los 8 700 km/h —casi siete veces la velocidad del sonido—, lo que convierte cualquier superficie en un entorno agresivo. La NASA describe literalmente “lluvias de cristal que caen de lado” por la fuerza del viento. Según Astronomy, esos fragmentos serían suficiente para pulverizar cualquier sonda o ser que intentara acercarse.

Rotación sincronizada: extremos térmicos

Además, el planeta está anclado por marea: siempre muestra la misma cara a su estrella, lo que implica un lado permanentemente a la luz y otro en la oscuridad. Esta distribución genera corrientes violentas que redistribuyen el calor, reforzando aún más los contrastes térmicos y las tormentas.

Sulfuro de hidrógeno: toxinas exóticas

Recientemente, el telescopio James Webb ha detectado sulfuro de hidrógeno (H₂S) en su atmósfera, una sustancia tóxica que emite olor a huevos podridos. Es la primera vez que se detecta este compuesto fuera del sistema solar, lo que ofrece nuevas claves sobre la química exótica de estos planetas extremos. Así lo señaló Guangwei Fu, autor destacando en un estudio publicado en Nature en junio de 2024.

Un laboratorio natural para la ciencia

Aunque este mundo sea completamente inhóspito, los científicos lo consideran un laboratorio natural extraordinario. Permite estudiar fenómenos físicos extremos, entender mejor cómo se comportan las atmósferas en entornos hostiles, y probar nuevos métodos de análisis espectroscópico. Además, por su proximidad relativa y su brillo, es un candidato ideal para observaciones con el Hubble y el James Webb.

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