Registran el primer ejemplar de lobo mexicano (Canis lupus baileyi) nacido en libertad en el Área de Protección de Flora y Fauna Campo Verde, Chihuahua.
Lobo mexicano nacido en vida silvestre
Activistas ambientales y conservacionistas celebraron que, por primera vez, se logró documentar el nacimiento de un lobo mexicano en libertad en el estado de Chihuahua, un hecho que marca un avance en la recuperación de esta especie en peligro de extinción.
El hallazgo se logró gracias al trabajo de Abel Guerrero Tello, integrante del Comité de Vigilancia y Monitoreo Comunitario del Área Natural Protegida, quien al revisar una de sus cámaras trampa notó lo que inicialmente identificó como “un coyote extraño bebiendo agua”.
Luego de un análisis de las imágenes realizados por César Hernández, jefe del Departamento de la Reserva, se confirmó que se trataba de un lobo mexicano sin collar GPS, lo que indica que nació en libertad.
Tras este hallazgo, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) explicó que el lobo se encontraba en una zona cercana a donde han sido liberados otros lobos como parte del programa de reintroducción impulsado por México y Estados Unidos desde 1997.
Asimimo, se explicó que el nacimiento registrado en Campo Verde es especialmente relevante porque ocurrió fuera de las zonas núcleo tradicionales como la Reserva de la Biósfera Janos o el Rancho La Mesa.
Esto demuestra que los lobos liberados se están adaptando al entorno, están formando manadas estables y se están reproduciéndose en libertad, una de las metas clave del programa de conservación.
La dependencia estima que el ejemplar forma parte de las camadas nacidas en vida silvestre registradas desde 2014, lo cual representa “un gran avance en la conservación del lobo mexicano”.
Asimismo, ambientales destacaron que este tipo de resultados son posibles gracias a acciones integrales como la vigilancia biológica constante, la prevención de incendios, el acompañamiento a ganaderos afectados por depredadores mediante el Fondo de Aseguramiento, así como actividades de educación ambiental.
En el pasado, el lobo mexicano habitaba desde el norte hasta el centro de México, incluyendo regiones de Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí y el Bajío. Sin embargo, la persecución y la pérdida de hábitat provocaron su desaparición en vida libre en 1980.
A partir de ese año, su recuperación dependió de un reducido grupo genético de apenas siete ejemplares rescatados de zoológicos y colecciones privadas. Esto implicó importantes desafíos para mantener la diversidad genética y evitar la endogamia, por lo que se diseñaron estrategias de emparejamiento tanto en cautiverio como al momento de liberar ejemplares.
En la actualidad se estima que existen entre 30 y 35 lobos en vida silvestre en México, aunque el censo binacional más reciente —realizado en 2024 por la agencia estadounidense U.S. Fish and Wildlife Service y la Conanp— confirmó entre 45 y 50 ejemplares libres en territorio nacional, y 257 más en el suroeste de Estados Unidos, particularmente en Arizona y Nuevo México.
Por ello, el lobo mexicano pasó de estar oficialmente extinto en vida silvestre a ser clasificado como especie en peligro de extinción, y hoy su futuro empieza a vislumbrarse con esperanza.
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