¡Enorme pitón! Una familia de Kedah, en Malasia, vivió momentos de auténtico pánico después de que una adolescente descubriera un agujero sospechoso en el techo de su baño. Lo que en un inicio pareció una simple grieta se convirtió en una escena difícil de creer: dentro de la estructura se escondía una pitón gigante de 60 kilos cuyo tamaño dejó sin palabras a los servicios de emergencia.
La inesperada visita ocurrió el 12 de noviembre y rápidamente se volvió viral debido a las impactantes imágenes compartidas en redes sociales. La adolescente, de 15 años, notó el agujero al entrar al baño y, consciente de que las serpientes son comunes en la zona, llamó de inmediato a su madre, Nor Hayati Muhammad Rajab, sin imaginar el monstruoso reptil que se ocultaba allí.
El pitón que estremeció a una familia
Según medios locales, como NewFlare, Nor Hayati pidió a sus hijos usar el zoom del celular para inspeccionar mejor el hueco. Fue entonces cuando descubrieron la enorme serpiente enrollada entre la tablaroca. Alarmada por el inesperado hallazgo, la madre llamó a los servicios de emergencia con el fin de proteger a su familia y evitar que la pitón descendiera al interior de la vivienda.
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En declaraciones al Straits Times, la mujer explicó que se encontraba en una reunión cuando recibió una foto del techo aparentemente derrumbado. Al llegar a casa, observó lo que en un principio creyó que era una tela con patrones bitik, pero que resultó ser el cuerpo de la serpiente camuflada entre los restos del plafón.
Un rescate tan arriesgado como impactante
Elementos de la Fuerza de Defensa Civil de Malasia acudieron al lugar equipados con cascos y herramientas especiales. Al revisar el hueco, la serpiente se movió y parte de su cuerpo cayó, dejando a todos sorprendidos por su descomunal tamaño. Con ayuda de ganchos y palos lograron sacarla, aunque el reptil terminó cayendo con fuerza mientras los rescatistas aseguraban la zona.
Posteriormente confirmaron que la pitón pesaba aproximadamente 60 kilos y que probablemente llegó a la vivienda desde un pantano cercano. Tras ser asegurada, fue trasladada a un área natural alejada de la comunidad, donde no representara riesgo para nadie.
Nor Hayati confesó que, al ver la serpiente completa, su reacción fue gritar “¡anaconda!” debido a la magnitud del animal. La familia nunca había vivido un episodio parecido y sospechan que el reptil pudo haber entrado al techo a través de un árbol de guanábana situado junto a la casa.
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