¡Científico mexicano! El viaje en el tiempo ha sido una de las grandes fantasías exploradas por la ciencia ficción desde hace siglos. Desde la icónica novela ”La máquina del tiempo” de H.G. Wells hasta películas como “Volver al futuro”, la posibilidad de desplazarse entre épocas ha capturado la imaginación de millones.
En estas historias, los personajes saltan entre pasados y futuros con la misma facilidad con la que hoy nos desplazamos entre estaciones del metro.
Sin embargo, a pesar de que muchos avances tecnológicos antes imaginados en la ficción se han vuelto realidad (como los viajes espaciales, el Internet o la edición genética), la máquina del tiempo sigue siendo un sueño lejano, arrinconada en el reino de la especulación.
¿Se puede viajar en el tiempo?
No obstante, el concepto de viajar en el tiempo no es completamente descabellado. De hecho, todos somos viajeros en el tiempo, avanzando de manera constante hacia el futuro.
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La física moderna, en particular la teoría de la relatividad de Einstein, ha demostrado que el tiempo no es absoluto: puede alterarse según la velocidad a la que nos movemos.
Un ejemplo claro es el fenómeno conocido como “paradoja de los gemelos“. Si un astronauta viaja a una velocidad cercana a la de la luz, el tiempo para él pasará más lentamente que para su hermano gemelo que permanece en la Tierra.
Así, mientras que para el astronauta han pasado solo unos años, su gemelo podría haber envejecido décadas. Esto significa que, en cierto sentido, el viaje al futuro es posible, siempre y cuando logremos velocidades lo suficientemente altas.
Mexicano descubre teoría para viajar en el tiempo
Viajar al pasado, por otro lado, es una cuestión mucho más compleja. Hasta ahora, las leyes de la física parecen prohibirlo. Sin embargo, en 1994, un joven físico mexicano llamado Miguel Alcubierre propuso una forma teórica de viajar en el tiempo sin romper esas leyes.
En un artículo titulado “The warp drive: hyper-fast travel within general relativity”, publicado en la revista *Classical and Quantum Gravity*, el físico mexicano presentó la idea de un “motor de curvatura” inspirado en la serie de ciencia ficción *Star Trek*.
Su propuesta no consistía en mover la nave más rápido que la luz, algo que contradice las leyes de la física, sino en curvar el espacio a su alrededor, creando una especie de burbuja en la que el espacio-tiempo se comprimiera y expandiera. Este ingenioso planteamiento le valió reconocimiento internacional y fue elogiado por figuras como Arthur C. Clarke, autor de *2001: Una odisea del espacio*.
A lo largo de los años, el motor de curvatura de Alcubierre ha sido objeto de estudio y de fascinación tanto en círculos científicos como en la cultura popular. Ha aparecido en documentales, cuentos de ciencia ficción e incluso en series de televisión como *The Big Bang Theory*. Aunque el concepto sigue siendo puramente teórico, su impacto en la comunidad científica y en la imaginación popular sigue siendo notable.
La importancia de la propuesta de Alcubierre
En una entrevista, el mexicano Alcubierre reflexionó sobre los 30 años que han pasado desde la publicación de su famoso artículo. A pesar de que ya no trabaja activamente en ese campo, reconoce la importancia de su propuesta y el impacto que ha tenido.
“A mucha gente le emociona la idea de viajar a una estrella lejana en una nave espacial”, comenta. Sin embargo, también señala que los retos tecnológicos para hacer realidad un motor de curvatura son inmensos, lo que lo hace poco práctico por el momento.
Además de su contribución al viaje en el tiempo, Alcubierre ha sido pionero en otras áreas de la física, como la relatividad numérica, una disciplina que utiliza supercomputadoras para simular fenómenos como los agujeros negros. En años recientes, se ha dedicado al estudio de objetos hipotéticos como las estrellas de bosones, que podrían ofrecer nuevas pistas sobre la naturaleza de la materia oscura.
Si bien el viaje en el tiempo hacia el pasado sigue siendo un enigma, las contribuciones de Alcubierre han demostrado que la ciencia ficción puede inspirar nuevas ideas en el ámbito de la física teórica.
Y aunque quizás nunca lleguemos a viajar a través del tiempo como en las películas, la búsqueda de respuestas a estas preguntas fundamentales sigue motivando a científicos de todo el mundo.
El primer motor de curvatura ya se está construyendo en Argentina, el Proyecto Acuario.