Entre los beneficios reconocidos de los árboles urbanos es la producción de oxígeno, y efectivamente el oxígeno atmosférico es necesario para la respiración de los organismos aerobios, como nosotros. El Ministerio de Medio ambiente de Canadá ha calculado que un árbol genera 117 kilogramos de oxígeno por año, así, dos árboles maduros proveen el oxígeno que requerirá para respirar una familia de cuatro miembros durante año.
Un beneficio de los árboles urbanos menos evidente es la absorción de bióxido de carbono, un gas contaminante y causante –entre otros- del calentamiento global.
Para llevar a cabo la fotosíntesis, principal función de los vegetales, se requiere que estos tomen del medio ambiente bióxido de carbono, así un árbol grande puede absorber hasta 150 kilos de bióxido de carbono al año. Con esta absorción de bióxido de carbono, los árboles contribuyen a mitigar el Cambio Climático.
Los árboles urbanos también son capaces de remover otros gases contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y ozono
Las actividades humanas acaban cada año con 15.000 millones de árboles. El número de árboles del planeta se ha reducido en un 46%. Al mismo tiempo, la Organización Mundial de la Salud calcula que el 92% de la población mundial está expuesta a niveles peligrosos de contaminación del aire, de ahí que conservar y administrar los árboles urbanos sea una necesidad estratégica de las ciudades actuales.
Patricia Santos González comentó para Radio Fórmula y les espera en nuestra siguiente cita.