El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tomó medidas recientemente para suspender una obra de construcción que estaba siendo ejecutada por el personal del ayuntamiento de San Juan Teotihuacán en el centro de la ciudad. Los inspectores del INAH colocaron sellos de suspensión en el lugar, deteniendo así la edificación que se desarrollaba en la zona, la cual estaba destinada a crear un nuevo portal en la sección oeste de la Plaza Juárez, en la cabecera municipal de este histórico Pueblo Mágico.
Este proyecto, impulsado por el ayuntamiento como parte de un plan de embellecimiento urbano, buscaba uniformar la imagen del centro de la ciudad, integrando esta estructura a la plaza principal. Sin embargo, los trabajos llamaron la atención de los supervisores del INAH, quienes, al realizar una inspección sorpresa, decidieron intervenir y detener el avance. Fundamentaron su decisión en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, que regula la protección de áreas de valor histórico o arqueológico en México. Según las disposiciones de dicha ley y su reglamento, cualquier construcción dentro del área protegida debe contar con el permiso correspondiente de las autoridades federales, especialmente cuando se trata de sitios cercanos a zonas arqueológicas de relevancia.
El proyecto ha generado opiniones diversas entre los residentes de San Juan Teotihuacán. A través de redes sociales, algunos vecinos han expresado su descontento, argumentando que el nuevo portal no justifica la reducción de la calle, ya que consideran que la obra no aporta beneficios tangibles a la comunidad. Otros habitantes han sugerido que los recursos destinados a esta construcción podrían tener un mejor uso en obras de mayor impacto, como la creación de un puente peatonal que brinde mayor seguridad a los estudiantes de una escuela cercana, evitando el riesgo al cruzar calles transitadas.
Es importante señalar que el centro de Teotihuacán está incluido en el perímetro de protección que el INAH estableció para salvaguardar el valor patrimonial de la zona arqueológica. Esto implica que cualquier actividad constructiva debe estar precedida por permisos específicos emitidos por el organismo federal, asegurándose de que las intervenciones no alteren la integridad visual, histórica o arquitectónica del área. Además, el gobierno local tiene la obligación de cumplir con estos requisitos antes del cierre del año fiscal, lo cual es fundamental para la continuidad de cualquier obra en el centro del Pueblo Mágico.
La suspensión de la obra ha afectado también a los comerciantes de la calle Juárez, quienes han manifestado su malestar por el bloqueo de la zona. Para ellos, la restricción al paso peatonal y vehicular representa una disminución en sus ventas, ya que sus negocios dependen en gran medida del flujo constante de personas y del acceso al centro de la ciudad.
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