Un reciente estudio centrado en el urbanismo clásico de la civilización maya ha aportado evidencias sorprendentes sobre la convivencia entre las clases sociales. Gracias a escaneos LiDAR en una vasta zona selvática, los investigadores descubrieron que las élites mayas no se concentraban en centros ceremoniales, sino que se dispersaban entre áreas rurales y urbanas, facilitando el control del comercio y de los recursos agrícolas.
Metodología detallada
- Tecnología empleada: Se utilizaron escáneres LiDAR desde una avioneta para mapear unos 2,600 km² de selva en las Tierras Bajas Mayas (México y Guatemala), revelando más de 100,000 estructuras antiguas ocultas bajo la vegetación.
- Clasificación predictiva: Se desarrolló un modelo predictivo con un 93 % de fiabilidad para diferenciar construcciones abovedadas (vinculadas a élites) de otras más sencillas.
Distribución social del espacio
Contrario a la idea tradicional de concentración en centros ceremoniales, el estudio identificó que aproximadamente un 30 % de las estructuras son edificaciones abovedadas—símbolo de status—distribuidas entre viviendas campesinas en zonas urbanas y rurales. Esta distribución estratégica permitía a las élites supervisar eficientemente actividades comerciales y agrícolas.
Infraestructura agrícola e hidráulica
Los mapas tridimensionales revelaron la amplia presencia de terrazas agrícolas, canales, aguadas y calzadas, lo que evidencia una planificación territorial avanzada y una gestión eficiente de los recursos naturales, adaptada a un entorno con frecuentes sequías.
Implicaciones históricas y arqueológicas
- Estructura social más compleja: El hallazgo sugiere una sociedad con planificación política y administrativa desarrollada, donde la élite mantenía el control desde diversas zonas estratégicas, no solo desde centros ceremoniales.
- Eficiencia arqueológica mejorada: La cartografía LiDAR permite a los arqueólogos dirigir excavaciones con precisión, maximizando recursos y acceso para preservar el patrimonio en zonas densamente boscosas.
Este estudio, liderado por la Universitat Politècnica de València, la Universidad de Tulane y la iniciativa Pacunam Lidar Initiative, transforma nuestra visión de la civilización maya del periodo Clásico. Revela un urbanismo distribuido, una gestión territorial minuciosa y una sociedad más dinámica e interconectada que lo previamente imaginado.
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