Frank Gehry, uno de los arquitectos más influyentes y reconocidos del mundo, falleció este viernes a los 96 años en su casa de Santa Mónica, California. Su equipo en Gehry Partners confirmó que el creador del icónico Museo Guggenheim Bilbao murió tras una breve pero fuerte enfermedad respiratoria. Su partida marca el cierre de una era en la arquitectura contemporánea.
Nacido en Toronto en 1929 bajo el nombre Ephraim Owen Goldberg, Gehry se convirtió en una estrella tardía, pero contundente. Su visión rompió con las estructuras tradicionales y lo posicionó como una figura clave del deconstructivismo.
El Guggenheim que cambió la historia

Para él, un edificio debía ser una obra de arte total, capaz de generar emoción y movimiento. Gracias a esa filosofía, el titanio, el acero y las curvas imposibles se convirtieron en su sello personal.
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Su carrera cambió para siempre con la apertura del Guggenheim Bilbao en 1997. Con 68 años, Gehry alcanzó la fama global al transformar por completo la ría del Nervión y revitalizar Bilbao, generando incluso el llamado “efecto Guggenheim”.
La directora del museo, Miren Arzalluz, destacó que el edificio y el espíritu del arquitecto permanecerán para siempre ligados a la ciudad.

Tras Bilbao, Gehry dejó una huella profunda en Los Ángeles, su ciudad adoptiva. Ahí creó el Walt Disney Concert Hall, inaugurado en 2003, considerado una de las mejores salas de conciertos del mundo por su diseño, acústica y capacidad para conectar músicos y público.
Un legado global inolvidable
También construyó el Museo de Ciencia, el edificio Binoculars, la biblioteca Frances Howard Goldwyn y numerosos proyectos residenciales y culturales que moldearon la identidad visual de la ciudad.
Su trabajo se extendió por ciudades como Seattle, Chicago, Berlín y París, donde en 2014 inauguró la Fundación Louis Vuitton, uno de sus proyectos más celebrados de los últimos años. Próximamente se abrirá de forma póstuma el Guggenheim de Abu Dabi, un proyecto esperado durante dos décadas.

A lo largo de su trayectoria acumuló reconocimientos como el Premio Pritzker en 1989, la medalla de oro del American Institute of Architects y la Medalla Presidencial de la Libertad, que Barack Obama le entregó en 2016.
Frank Gehry deja un legado monumental que redefinió la arquitectura contemporánea. Sus obras, más que edificios, son esculturas gigantes que cambiaron para siempre la manera de habitar, mirar y sentir las ciudades.



