La comunidad de Quintana Roo ha alzado la voz en contra de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por la construcción de un hotel en las inmediaciones de la Laguna de Bacalar, cerca del Fuerte de San Felipe.
Habitantes, ambientalistas y turistas han denunciado que la obra no cuenta con los permisos ambientales adecuados, lo que representa una amenaza para el ecosistema de la región.
Protestas y exigencias ciudadanas contra la Sedena
Desde inicios de marzo de 2025, diversas manifestaciones y bloqueos han sido organizados para frenar la construcción. Entre las principales demandas de la ciudadanía está la intervención del gobierno federal y estatal, así como de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
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Los habitantes de Bacalar han señalado que la edificación de esta casa de descanso podría generar graves impactos ambientales debido a labores de relleno y dragado que ya han sido evidenciadas en la zona. La cuenta de redes sociales @AguaClaraBacalar ha difundido imágenes y videos que muestran el ingreso de maquinaria pesada y camiones sin que exista una consulta pública o permiso ambiental visible.
Impacto ambiental y llamado a la transparencia
Además de los daños ecológicos, se ha alertado sobre el impacto visual que generará la construcción, pues una vez finalizada, el Hotel de descanso limitará la vista hacia el Fuerte de San Felipe y la laguna de Bacalar, una de las principales atracciones naturales de la región.
A través de la red social ‘X’, la organización ambientalista Greenpeace México ha expresado su apoyo a las protestas, exigiendo la suspensión de las obras y denunciando el abuso de poder por parte de las autoridades para impedir su clausura. Asimismo, colectivos ambientales han solicitado a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo la apertura de un diálogo con la ciudadanía para evaluar el impacto del proyecto. También han instado a Alicia Bárcena, titular de la Semarnat, a transparentar los permisos otorgados.
La lucha por la protección de Bacalar
La asociación ambientalista ha sido clara en su postura: “La Sedena está construyendo un hotel en la laguna de Bacalar sin certeza de permisos ambientales o evaluaciones del impacto ecológico. ¡La selva no es un hotel!”.
Este proyecto podría alterar significativamente la biodiversidad del cuerpo de agua y afectar el patrimonio histórico del Fuerte de San Felipe. Sin embargo, la resistencia sigue en pie, y los manifestantes han anunciado la presentación de denuncias y amparos para detener la obra y evitar un daño irreversible al ecosistema.
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