¿Por qué el 22 de julio será uno de los días más breves en la historia de la Tierra?

El martes 22 de julio, la Tierra experimentará un curioso fenómeno astronómico: su rotación sobre su eje será ligeramente más rápida de lo habitual, reduciendo la duración del día en 1.34 milisegundos

¿Por qué el 22 de julio será uno de los días más breves en la historia de la Tierra?

¿Por qué el 22 de julio será uno de los días más breves en la historia de la Tierra?

El martes 22 de julio, la Tierra experimentará un curioso fenómeno astronómico: su rotación sobre su eje será ligeramente más rápida de lo habitual, reduciendo la duración del día en 1.34 milisegundos respecto a las 24 horas estándar. Aunque esta variación es imperceptible para nosotros, la comunidad científica la identifica como uno de los días más breves jamás registrados gracias a la precisión de los relojes atómicos.

Este fenómeno no es un hecho aislado: desde aproximadamente el año 2020, se ha observado una tendencia creciente en la aceleración de la rotación terrestre, con varios récords quebrantados en los últimos años. Por ejemplo, el 5 de julio de 2024 se registró la jornada más corta hasta entonces, con una reducción de 1.66 milisegundos. Ya en 2025, el 10 de julio se destacó por tener el día más breve del año hasta ese momento (–1.36 ms), situando al 22 de julio como el segundo día más corto del año con esos mencionados –1.34 ms.

Este aumento en la velocidad de rotación contrasta con la tendencia histórica de debilitamiento ocasionado por la luna. Tradicionalmente, la atracción gravitacional y las mareas generadas por la Luna ralentizaban el giro de la Tierra; antiguamente, un día duraba alrededor de 19 horas. Sin embargo, factores recientes han dado un giro a esa tendencia esperada.

¿Por qué gira la Tierra más rápido?

  1. Posición orbital de la Luna: en fechas como el 9 y el 22 de julio y el 5 de agosto, la Luna se sitúa más lejos del ecuador terrestre, lo cual modifica su efecto sobre la rotación, impulsando al planeta ligeramente más rápido.
  2. Dinámica interna del planeta: estudios recientes, como los de un grupo de la Universidad del Sur de California, han detectado que el núcleo líquido de la Tierra está desacelerándose respecto al manto, lo que transfiere impulso a la corteza terrestre, acelerando la rotación.
  3. Redistribución de masa: interacciones como el derretimiento del hielo polar o movimientos sísmicos importantes (como el terremoto de Japón en 2011) también podrían contribuir a estas variaciones sutiles.

Implicaciones y ajustes

Aunque fenómenos como el día) 22 de julio no afectan nuestro día a día, resultan cruciales para la ciencia y la tecnología, especialmente en campos que requieren una precisión extrema como los sistemas GPS o las telecomunicaciones. El Servicio Internacional de Sistemas de Referencia y Rotación de la Tierra (IERS) monitorea estas fluctuaciones de forma constante.

Si esta tendencia de aceleración persiste en los próximos años, podría ser necesario realizar un ajuste sin precedentes en los relojes atómicos: un “segundo intercalar negativo”, lo cual significaría restar un segundo al UTC en vez de añadirlo como se ha hecho históricamente. Si bien nunca se ha aplicado, existe la posibilidad de que ocurra alrededor de 2029, según los expertos.

Estos fenómenos muestran que la rotación terrestre no es constante, sino que responde a una compleja interacción de fuerzas externas (como las mareas lunares y solares) y variables internas (núcleo, distribución de masas). Si bien vivimos diariamente en un planeta que gira en 86 400 000 ms, este martes 22 de julio será especial: uno de los más breves jamás temporizados, reflejando cómo la naturaleza puede sorprendernos incluso en los detalles más pequeños.

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