Yaguareté en peligro: Bajan los ejemplares en la Selva Misionera y preocupa a expertos

El monitoreo utilizado para estos datos se basa en cámaras trampa. En 2024 se colocaron 267 estaciones de muestreo

Yaguareté en peligro: Bajan los ejemplares en la Selva Misionera y preocupa a expertos

Yaguareté en peligro: Bajan los ejemplares en la Selva Misionera y preocupa a expertos

En el corazón de la Selva Misionera —la extensión de bosque nativo más grande de Argentina— la presencia del yaguareté, ese majestuoso felino que alguna vez dominó el continente, está cayendo en un silencio preocupante. Un estudio binacional reciente, presentado el 24 de junio de 2025 en Posadas, Asociación Fundación Vida Silvestre Argentina junto al CONICET y el Proyecto Yaguareté (CeIBA–CONICET), revela que la población media estimada se redujo a 84 individuos en 2024, frente a los 93 que se contaban en 2022.

Mientras las iniciativas de conservación —presentes desde los comienzos del monitoreo en 2003— habían logrado estabilizar y hacer crecer la población hasta alcanzar 105 ejemplares en 2018, este descenso reciente apunta a un retroceso inquietante. En aquel entonces, la cifra había sido apenas 40, por lo que mantener el incremento fue un logro colectivo compartido por científicos, ONGs y autoridades. No obstante, los resultados de 2024 sugieren que los esfuerzos no pueden relajarse: “estos nuevos estimados nos muestran que no podemos reducir los recursos y esfuerzos para su conservación”, advirtió Agustín Paviolo, investigador del CONICET.

Número actual y tendencias

La importancia de estas cifras trasciende el número: el yaguareté es un indicador clave de la salud de los ecosistemas. De acuerdo con Lucía Lazzari, coordinadora del Programa Bosques de Fundación Vida Silvestre Argentina, esta ligera disminución señala presiones intensificadas sobre el entorno, y exige un compromiso renovado de autoridades y sociedad.

Principales amenazas

El cambio de uso del suelo, en particular, concentra el mensaje: al convertirse fragmentos continuos de selva en espacios agrícolas o urbanos, los yaguaretés pierden corredores de desplazamiento, se encierran en “islas” de bosque y disminuye su acceso a alimento.

Relevamiento técnico y hallazgos individuales

El monitoreo utilizado para estos datos se basa en cámaras trampa. En 2024 se colocaron 267 estaciones de muestreo —dispositivos activados por movimiento— cubrieron más de 570.000 ha entre Argentina y Brasil, una superficie 27 veces mayor que la Ciudad de Buenos Aires.

Estos sistemas permiten identificar a cada yaguareté por su patrón único de manchas, como si fueran huellas dactilares. Además, en varios casos, se colocaron collares satelitales a ejemplares emblemáticos, lo que permitió documentar ejemplos de larga trayectoria y cruce transfronterizo:

Estos datos no sólo ilustran viajes individuales, sino que alimentan modelos matemáticos para estimar el tamaño total de la población y diseñar políticas de conservación regional.

Conclusión y llamado a la acción

Aunque la caída de 93 a 84 individuos podría parecer moderada, rompe una tendencia de crecimiento consolidado y subraya la fragilidad de los avances logrados en más de dos décadas de trabajo conjunto. El felino sigue siendo el más numeroso de Argentina, pero sólo si se redoblan los esfuerzos.

Lazzari instó a fortalecer las áreas protegidas, enfocarse en la prevención de cacería y conflictos con el ganado, y aumentar la inversión estatal. Como símbolo de la biodiversidad latinoamericana, su continuidad es esencial para la protección de los bosques, la regulación del clima, la calidad del agua y el bienestar de las comunidades.

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