Porque la vida es lo más importante, hoy hablare sobre un padre muy madre.
En la reproducción sexual participan dos progenitores, las hembras que producen óvulos y los machos que producen espermatozoides, cuando el encuentro entre estos tipos de gametos es interno y se realiza dentro del cuerpo de la hembra, generalmente ella es en quien se lleva a cabo el desarrollo hasta la puesta de los huevos o el nacimiento de las crías, en este caso hablamos de la maternidad.
Por otro lado, la paternidad en la naturaleza tiene diversas variantes, la más peculiar y conocida es la de los caballitos de mar o hipocampos. Estos son peces marinos de la familia Syngnathidae, y se conocen más de 35 especies de caballitos de mar; en nuestro país habita en el Golfo de México el Hippocampus erectus.
La excepcional reproducción de los caballitos de mar inicia con la búsqueda de pareja, cortejo y un ritual de apareamiento que incluye danzas y producción de ruidos por parte del macho. La pareja ya formada cambia de color y se sujetan con las colas para emprender juntos un paseo flotando, por el mar.
Posteriormente ambos progenitores estiran el cuerpo y unen sus vientres, entonces la madre de las futuras crías pone su órgano desovador dentro, en la bolsa pectoral del macho, por un tubo, ella expulsa una serie de óvulos que se depositan dentro del macho, mientras, el padre libera los espermatozoides que van fecundando a los óvulos a medida que van entrando en su saco.
A partir de este momento el papá gesta y cuida y a sus hijos, lo que lo convierte en una rara especie del reino animal en donde el macho queda embarazado.
Un caballito de mar padre suele llevar hasta 2,000 huevos durante 10 días hasta que su camada nace. Adicionalmente, en los caballitos de mar la pareja que se establece, es monogámica, es decir no hay cambio de pareja hasta su muerte.
Continuaremos con otros interesantes padres en la naturaleza.