Tutankamón ¿Tuvo una daga forjada con metal de otro mundo?

Conoce la historia de la daga extraterrestre de Tutankamón, que esconde el misterio de haber sido forjada con metal de otro mundo

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Entre los tesoros que acompañaron al faraón Tutankamón en su tumba, uno ha fascinado a arqueólogos y científicos durante más de un siglo: una daga forjada con hierro venido del espacio. Descubierta en 1922 por el egiptólogo Howard Carter entre los vendajes de la momia, esta pieza sobresalía no solo por su belleza, sino porque su hoja estaba hecha de un metal que, según los estudios modernos, proviene de un meteorito caído sobre la Tierra hace miles de años.

Carter describió la daga como una joya única, con empuñadura de oro y cristal de roca, y una hoja “brillante y parecida al acero”. Lo más sorprendente, sin embargo, no era su aspecto, sino su composición. Investigaciones realizadas en 2016 confirmaron que contenía un 11% de níquel y un 0.6% de cobalto, elementos característicos del hierro meteórico. Así se comprobó que esta arma tenía, literalmente, un origen extraterrestre.

Tutankamón y el metal que cayó del cielo

Tutankamón ¿Tuvo una daga forjada con metal de otro mundo?

Un estudio más reciente, liderado por el Instituto Tecnológico de Chiba, en Japón, junto con expertos egipcios, analizó la hoja con rayos X no destructivos. Los resultados confirmaron no solo la procedencia del metal, sino también que la daga no fue forjada en Egipto. 

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El hierro se calentó entre 800 y 950 grados, una técnica que permitió conservar las llamadas “estructuras de Widmanstatten”, patrones cristalinos que solo aparecen en los meteoritos enfriados lentamente en el espacio.

Tutankamón ¿Tuvo una daga forjada con metal de otro mundo?

Además, se hallaron rastros de azufre, zinc, cloro y yeso en la empuñadura. Este último detalle fue clave: el uso del yeso como adhesivo decorativo era desconocido en Egipto, pero común en regiones del norte de Siria y Anatolia, lo que sugiere un origen extranjero para el arma.

Un regalo digno de los dioses

La teoría más aceptada apunta a que la daga fue un obsequio diplomático. Las llamadas “cartas de Amarna”, una colección de tablillas escritas durante el reinado de Amenhotep III —abuelo de Tutankamón—, mencionan que el rey Tushratta de Mitanni envió una daga de hierro como regalo al faraón egipcio.

Tutankamón ¿Tuvo una daga forjada con metal de otro mundo?

De ser así, la legendaria daga habría pasado de generación en generación hasta acompañar al joven Tutankamón en su tumba. Su hoja forjada con metal de las estrellas no solo simboliza el poder del faraón, sino también la conexión entre el cielo y la Tierra que tanto veneraba el Antiguo Egipto.

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