Tupperware, la icónica empresa conocida por sus recipientes de plástico, ha solicitado la protección por bancarrota en medio de crecientes dificultades financieras.
La compañía, con sede en Orlando, Florida, enfrenta problemas importantes para revitalizar su negocio, que ha estado en declive desde 2018 debido al aumento de la competencia y los cambios en los hábitos de consumo.
Tupperware tiene la esperanza de salvarse
En un anuncio realizado justo antes de la medianoche del martes, la marca afirmó que tiene la intención de seguir operando y que buscará la aprobación del tribunal para vender la empresa.
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Sin embargo, la compañía no ha dado detalles sobre cómo afectará esta declaración a sus operaciones en mercados como México, donde su sitio web continúa funcionando con normalidad, ofreciendo promociones y nuevos productos.
Las ventas de esta marca experimentaron un repunte temporal al inicio de la pandemia del COVID-19, cuando el aumento de las comidas en casa impulsó la demanda de sus productos.
No obstante, este crecimiento fue efímero, y la empresa no ha logrado detener el declive constante de sus ventas en los últimos años. Los problemas financieros se han acumulado, lo que ha llevado a la empresa a advertir a sus inversores sobre su capacidad para mantenerse en funcionamiento.
En 2022, Tupperware buscó financiamiento adicional para enfrentar la crisis, pero sus acciones han seguido cayendo, perdiendo un 75% de su valor en lo que va del año. El martes, las acciones de la empresa cerraron en torno a los 50 centavos de dólar, una señal del difícil momento que atraviesa.
Tupperware excluida de la Bolsa de Nueva York
El futuro de Tupperware ha sido incierto desde hace algún tiempo, con la amenaza de ser excluida de la Bolsa de Nueva York si no lograba estabilizar sus finanzas. Esta situación refleja el gran cambio que ha experimentado la empresa desde sus años dorados.
En la década de 1950, Tupperware vivió un crecimiento explosivo gracias al éxito de las famosas fiestas Tupperware, eventos en los que las amas de casa vendían productos en reuniones sociales. Este modelo de negocio fue tan eficaz que en 1951 la empresa retiró sus productos de las tiendas y centró su estrategia en la venta directa.
Sin embargo, los cambios en los hábitos de consumo, como la disminución de las comidas elaboradas en casa y el aumento de las salidas a restaurantes, han afectado negativamente las ventas de la compañía.
Ahora, Tupperware enfrenta el desafío de encontrar un comprador que pueda revitalizar la marca y adaptarla a las demandas actuales del mercado.