En medio de la preparación del cónclave que elegirá al nuevo Papa tras la muerte de Francisco, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a provocar polémica con una publicación en su red social Truth Social.
Esta vez, compartió una imagen suya generada con inteligencia artificial en la que aparece vestido con la túnica blanca papal y portando los distintivos del sumo pontífice, como si él mismo aspirara al cargo máximo de la Iglesia Católica.
¿Trump se burla del Vaticano?
La publicación fue interpretada como una burla directa al proceso interno del Vaticano y se da pocos días después de que Trump bromeara con la prensa sobre la idea de ser Papa. Desde la Casa Blanca, en un tono irónico, afirmó que “ser Papa sería mi opción número uno”, lo que generó tanto risas como críticas.
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En la misma intervención, el político republicano elogió al cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, destacándolo como “muy bueno” y señalando que “veremos qué pasa” en el próximo cónclave.
El cónclave y el respeto al protocolo
Mientras tanto, la Iglesia Católica se prepara para iniciar el cónclave, la tradicional ceremonia en la que los cardenales menores de 80 años se reúnen a puerta cerrada para elegir al nuevo Papa.
La votación se realizará, como marca la tradición, en la Capilla Sixtina del Vaticano. Aunque el reglamento permite adelantar el inicio si todos los cardenales electores ya se encuentran en Roma, es poco probable que se rompa la costumbre de esperar al menos hasta el primer lunes de mayo, en señal de respeto por el fallecido pontífice.
Se estima que unos 120 cardenales electores participarán en el proceso, aunque la cifra exacta será confirmada en la reunión previa del Colegio Cardenalicio. Mientras tanto, los preparativos en la Capilla Sixtina ya están en marcha, con medidas de seguridad y sigilo para garantizar la privacidad de la elección.
Reacciones divididas ante la provocación
La publicación de Trump ha generado opiniones encontradas. Para algunos, no es más que una broma típica de su estilo provocador; para otros, representa una falta de respeto hacia una institución religiosa que atraviesa un momento solemne. No es la primera vez que el exmandatario utiliza imágenes editadas para autopromoverse, pero hacerlo en un contexto tan delicado ha elevado la controversia.
La Iglesia, hasta ahora, no ha emitido comentarios sobre la publicación.
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