En una excavación reciente situada en la Torre de Londres, un equipo de arqueólogos ha realizado un hallazgo impactante: numerosos esqueletos humanos en distintos tipos de enterramiento que abarcan desde fosas comunes hasta sepulturas individuales de alto rango social. Este descubrimiento, vinculado en parte a los estragos ocasionados por la Peste Negra, abre nuevas puertas para entender la vida, la muerte y las creencias religiosas en la Londres medieval.
Origen y propósito de la excavación en la Torre de Londres
Los trabajos comenzaron como parte de un proyecto destinado a mejorar la accesibilidad en la Capilla Real de St Peter ad Vincula, ubicada dentro de la Torre de Londres. Concretamente, estas obras incluyeron la instalación de un ascensor, y fue en 2019 cuando los arqueólogos hallaron los primeros restos humanos enterrados junto a la capilla. Lo que empezó siendo un hallazgo aislado se transformó con los años en una investigación más amplia, iniciándose campañas arqueológicas sucesivas. Para la primavera de 2025, los expertos habían descubierto más de veinte cuerpos, algunos colocados en fosas colectivas, otros en tumbas individuales.
Enterramientos masivos: huellas de la epidemia
Una parte destacada de los esqueleto encontrados corresponde a enterramientos masivos que podrían estar directamente ligados a la Peste Negra del siglo XIV. Se observan restos depositados de forma apresurada, sin los rituales funerarios comunes, lo que apunta a la urgencia con que se enterraba a las víctimas en tiempos de epidemia. Las fosas comunes halladas se presentan como testimonios físicos clave para medir la magnitud del impacto demográfico que dejó la pandemia, complementando los datos que hasta ahora conocíamos únicamente por fuentes escritas.
Sepulturas individuales y hallazgos excepcionales
No todos los restos respetan ese patrón. Los arqueólogos identificaron al menos tres esqueletos que datan de entre los siglos XII y XIII, depositados esta vez en ataúdes, lo que sugiere que esas personas tenían una posición social importante o estaban vinculadas de forma estrecha con la estructura religiosa del recinto. Uno de esos cuerpos aún conserva fragmentos de un sudario, un hallazgo poco frecuente que permite estudiar los textiles medievales. En otro entierro, se encontraron dos vasijas con carbón, posiblemente con significado simbólico o ritual.
Vestigios arquitectónicos: siglos de historia bajo la capilla
Además de los restos mortales, la excavación reveló estratos arquitectónicos que reflejan diferentes momentos históricos de la Capilla Real y de la Torre de Londres. Se identificó piedra de Reigate, un material común en la Edad Media, que podría relacionarse con obras ordenadas por Enrique III, cerca del año 1240. También emergieron vestigios de la capilla fundada por Enrique I en el siglo XII, cuya existencia estaba poco documentada hasta ahora. Asimismo, quedaron visibles señales de un incendio que afectó la estructura bajo el reinado de Eduardo I, en una fase de destrucción de la capilla, y reconstrucciones posteriores, incluyendo reformas durante el reinado de Enrique VIII en el siglo XVI.
Análisis bioarqueológico: dietas, origen y desigualdad
Los estudios osteológicos y de biología molecular revelan diferencias significativas entre los individuos. Algunos esqueletos muestran indicios de dietas variadas y ricas, lo que podría indicar pertenencia a estratos sociales acomodados. Otros, por el contrario, presentan señales de estrés fisiológico y malos hábitos alimenticios, propios de poblaciones más vulnerables. Este contraste permite reconstruir no solo cómo vivían estas personas, sino también cómo la sociedad medieval londinense estaba estructurada en términos de status, alimentación y salud.
Ética, memoria y reentierro
El descubrimiento plantea también cuestiones éticas importantes. Después de realizar los estudios necesarios, los restos serán reenterrados en la cripta consagrada de la Capilla de St Peter ad Vincula, garantizando un trato digno y respetuoso hacia los difuntos. Esta acción subraya la importancia de equilibrar la investigación científica con la memoria histórica y espiritual de quienes ya no están, para honrar su dignidad sin sacrificar la verdad arqueológica.
Impacto histórico
Este hallazgo en la Torre de Londres es probablemente la excavación más significativa en décadas, pues ofrece una visión nueva y más profunda de la ciudad medieval. No solo reafirma el papel de este lugar como fortaleza y prisión, sino que añade dimensión funeraria y espiritual al lugar, especialmente en momentos de crisis como epidemias. Las pruebas físicas encontradas permiten reconstruir historias de personas comunes y destacadas, de rituales religiosos, estructuras sociales y tragedias demográficas, modificando lo que se sabía hasta ahora sobre la Torre y la Londres medieval.
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