Un taxista en Brasil logró evitar ser asaltado gracias a una ingeniosa y arriesgada estrategia: fingir un ataque cardíaco en pleno viaje. El momento fue captado por la cámara de seguridad instalada en su vehículo, y rápidamente se volvió viral en redes sociales.
El incidente ocurrió cuando dos hombres solicitaron un viaje a través de una plataforma de transporte. Una vez que subieron al automóvil y confirmaron el destino, comenzaron a inspeccionar el interior, revelando sus verdaderas intenciones: asaltar al conductor y posiblemente robar el vehículo con el que gana su sustento.
Taxista fingió un infarto para salvarse
Apenas el taxista estaba por arrancar, uno de los pasajeros lo amenazó exigiendo todas sus pertenencias. Sorprendido y visiblemente nervioso, el conductor trató de mantener la calma, pero la situación se volvió más tensa cuando uno de los presuntos delincuentes le puso la mano en el hombro, intentando someterlo.
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Fue entonces cuando el chofer improvisó una maniobra desesperada: comenzó a moverse bruscamente, agitando los brazos, golpeando el techo del auto y simulando convulsiones, como si estuviera sufriendo un ataque cardíaco.
Su actuación desconcertó a los agresores, que no supieron cómo reaccionar ante lo que parecía ser una emergencia médica.
Del susto a la huida de los asaltantes
Uno de los presuntos ladrones intentó calmarlo mientras lo sujetaba, pero el taxista intensificó sus movimientos, aumentando la confusión. El segundo delincuente también intervino para “asistirlo”, aunque rápidamente retrocedió al no comprender la situación.
Tras unos segundos de incertidumbre, los asaltantes desistieron. Primero, uno de ellos se recostó nuevamente en el asiento, y finalmente ambos optaron por abandonar el vehículo sin llevarse nada.
En cuanto el chofer los vio alejarse, dejó de fingir el infarto, encendió el motor y se marchó del lugar, logrando escapar ileso de lo que pudo ser un robo violento.
El video, de poco más de un minuto, fue compartido en la red social X (antes Twitter), donde ya supera las 218,000 reproducciones. Usuarios destacaron la sangre fría y creatividad del taxista, aunque también señalaron el riesgo que corrió al apostar por una táctica tan inusual para salvarse.
El caso se suma a una serie de incidentes en los que las cámaras de seguridad instaladas en taxis y vehículos de aplicaciones no solo sirven como evidencia, sino que también se convierten en testigos clave de historias sorprendentes y, en este caso, con un final afortunado.
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