Tancah, un sitio arqueológico poco conocido en la Riviera Maya, Quintana Roo, es un tesoro oculto que revela la grandeza de la civilización maya durante el período Posclásico (900-1500 d.C.). Ubicado cerca de Tulum, Tancah destaca por su ubicación costera, con estructuras que combinan elementos ceremoniales y residenciales, y por su cercanía a cenotes y la playa, lo que lo convierte en un destino único para los amantes de la historia y la naturaleza.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) describe Tancah como un asentamiento clave en las rutas comerciales marítimas mayas, con evidencia de intercambio de bienes como conchas, obsidiana y textiles. Entre sus estructuras destacan los restos de un templo principal y murales que representan deidades marinas, sugiriendo una conexión espiritual con el océano.
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A diferencia de Tulum, Tancah recibe menos visitantes, lo que permite una experiencia más íntima. Las excavaciones recientes, apoyadas por tecnología LiDAR, han revelado nuevas estructuras enterradas, ampliando la comprensión de su extensión. El INAH, en su próxima edición de Ecos de la Costa Oriental, dedicará un artículo a los murales de Tancah, destacando su valor artístico.
Las comunidades mayas locales participan en la conservación del sitio, ofreciendo recorridos guiados que combinan historias orales con datos arqueológicos. En X, viajeros como @MayaExplorer han compartido su fascinación: “Tancah es como Tulum, pero sin las multitudes. ¡Un lugar mágico!”. Sin embargo, el sitio enfrenta retos por el crecimiento turístico en la Riviera Maya, lo que ha llevado al INAH a reforzar medidas de protección.
Tancah no solo ofrece un vistazo al pasado maya, sino también acceso a un cenote cercano y vistas al Caribe, lo que lo hace ideal para el ecoturismo. El INAH planea desarrollar un sendero interpretativo para 2026, integrando a las comunidades locales en el proyecto.
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Tancah, con su riqueza arqueológica y su entorno natural, es un recordatorio del legado maya que sigue vivo, invitando a los visitantes a descubrir un tesoro secreto en el corazón de la Riviera Maya.
Con información de EL MILENIO