¡Linda perrita! La conocida frase “no nos merecemos a nuestras mascotas” cobra especial sentido en esta historia que ha conmovido a miles de personas. Snickers, una perra que se ha hecho famosa en redes sociales, ha dado una verdadera lección de gratitud al mostrar su aprecio hacia Niall Harbison, el fundador de la organización sin ánimo de lucro Happy Doggo.
La historia de la perrita agradecida
Esta historia no solo ha tocado el corazón de quienes la han conocido, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia del agradecimiento y el desinterés.
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Desde 2021, Harbison, a través de Happy Doggo, trabaja para mejorar la vida de los perros callejeros a nivel global. La organización no se limita a esterilizar a los animales, sino que también les proporciona comida, atención médica, y fomenta la adopción, brindándoles una segunda oportunidad en la vida. Su labor ha ayudado a cientos de perros, pero Snickers ha logrado destacar por un gesto muy especial.
El 8 de octubre, Harbison publicó en la red social X (antes conocida como Twitter) un video que muestra el singular agradecimiento de Snickers. En su mensaje, Niall explica que alimenta a 80 perros callejeros cada mañana en una zona residencial de Tailandia, pero que entre todos, Snickers tiene una forma particular de expresar su gratitud: cada vez que escucha el motor de la motocicleta de Harbison, corre a su encuentro con un pequeño “regalo” en la boca.
La bondad de Snickers
El primer obsequio de la perrita Snickers fue el envoltorio de un paquete de comida, pero su creatividad no se detuvo ahí. A lo largo de los días, la perra ha entregado una variedad de objetos que encuentra al borde del camino, como ramas, chancletas, juguetes, bolsas de plástico, cocos y botellas de agua.
Cada mañana, este ritual conmovedor se repite, demostrando el profundo agradecimiento de la perrita Snickers hacia quien le brinda ayuda.
Este acto tan simple ha generado una gran reacción en redes sociales, donde miles de personas han elogiado el comportamiento de Snickers. Su historia no solo resalta la nobleza de los animales, sino que nos recuerda que la gratitud y el compartir son valores esenciales en la vida diaria, algo que a menudo olvidamos.
Las acciones de Snickers han despertado una ola de apoyo hacia Happy Doggo y su misión. Este gesto, tan desinteresado como conmovedor, nos enseña que dar sin esperar nada a cambio es una de las mayores lecciones que podemos aprender. Ojalá hubiera más personas como Snickers, para que el mundo sea un lugar más agradecido y empático.