La eliminación reciente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha provocado diversas reacciones dentro del sector de telecomunicaciones en México. Uno de los grupos que se ha pronunciado al respecto es el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), que emitió un comunicado dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum. En este documento, el STRM no solo respaldó la desaparición del IFT, que consideró como un paso importante hacia la “transparencia” y una mejor regulación del sector, sino que también exhortó a eliminar las restricciones regulatorias que actualmente afectan a América Móvil y sus filiales Telcel y Telmex.
El sindicato enfatizó que el marco regulatorio vigente, conocido como la “preponderancia”, ha limitado el crecimiento de América Móvil en sectores estratégicos, como la televisión de paga. Esto, según el STRM, ha obstaculizado la posibilidad de que la empresa logre una convergencia completa dentro de la industria y ha inhibido inversiones necesarias para ampliar la infraestructura digital en México, particularmente en zonas marginadas que aún carecen de acceso a internet.
En la carta enviada a Sheinbaum, el STRM argumentó que mantener la preponderancia, medida impuesta durante administraciones previas para limitar el poder de mercado de América Móvil, es incompatible con los objetivos de la actual transformación política y económica del país. Según el sindicato, derogar estas restricciones sería clave para garantizar un crecimiento sostenido del sector y fomentar una estrategia estatal que permita la expansión tecnológica y digital, conocida como el “segundo piso de la cuarta transformación”.
La reforma de Simplificación Orgánica, recientemente aprobada, redistribuirá las facultades del IFT entre dos nuevos organismos descentralizados: uno vinculado a la Secretaría de Economía y otro a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones. Sin embargo, estas entidades continuarán supervisando y aplicando las regulaciones a América Móvil, empresa que, a pesar de las limitaciones impuestas, sigue dominando el mercado móvil mexicano en términos de ingresos y control de infraestructura.
El STRM concluyó su comunicado reiterando la importancia de esta transición regulatoria como una oportunidad para rediseñar las políticas del sector de telecomunicaciones. Además, confió en que estas nuevas instituciones facilitarán una gestión más eficiente del sistema y reforzarán las herramientas del gobierno para promover el desarrollo tecnológico y digital en todo el país.