El Gobierno de México, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha presentado su propuesta presupuestaria para el año 2024, que marca el último año de su mandato y coincide con las elecciones presidenciales.
López Obrador y su último presupuesto
Este presupuesto se caracteriza por un enfoque en la inversión social, que se destinará al equivalente del 12.8% del Producto Interno Bruto (PIB), un nivel que se describe como “sin precedentes” en un comunicado oficial.
Rogelio Ramírez de la O, Secretario de Hacienda y Crédito Público, enfatizó que el presupuesto busca consolidar un “estado de bienestar” en México. Este plan de gastos será analizado por el Congreso en las próximas semanas, donde se llevarán a cabo negociaciones y posibles modificaciones antes de su aprobación final.
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Además del gasto en ayudas sociales, el presupuesto prioriza la inversión pública y la construcción de infraestructura en las regiones del sur y sureste de México, donde los niveles de pobreza son más altos y los ingresos son más bajos. Esto se hace con la intención de mejorar las condiciones de vida en estas áreas.
El Gobierno estima un crecimiento económico para el próximo año que oscilará entre el 2.5% y el 3.5%, lo que podría indicar una desaceleración en comparación con el crecimiento proyectado del 3% para este año. Además, se prevé una reducción de la inflación en línea con el rango objetivo del Banco de México, que va del 2% al 4%.
Sin embargo, a pesar de estas proyecciones optimistas, la deuda pública de México está programada para aumentar al 48.8% del PIB en 2024, a pesar de cerrar este año en un 46.5%. El Gobierno confía en que se recaudarán más impuestos el próximo año “sin aumentar impuestos o crear nuevos”.
Se estima que los ingresos tributarios representarán el 14.4% del PIB, la cifra más alta registrada y un aumento de 1.7 puntos porcentuales en comparación con 2018.
Este presupuesto también se ve influido por el contexto político, ya que se ha señalado como un plan destinado a fortalecer el respaldo al Gobierno y, en particular, a apoyar a Claudia Sheinbaum, quien recientemente ganó la encuesta utilizada por el partido en el Gobierno para seleccionar a su candidato presidencial.
En términos de inversión pública, se planea aumentar la inversión en infraestructura física en áreas como carreteras, puertos, ferrocarriles, aeropuertos y telecomunicaciones, especialmente en el sureste de México y en las regiones donde la oposición tiene presencia política.
Para apoyar a la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) en el pago de los intereses de su deuda el próximo año, el Gobierno Federal ha programado una transferencia significativa. Sin embargo, esta transferencia está condicionada a que Pemex mantenga un endeudamiento moderado y busque reducir su deuda en comparación con el año anterior.
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El presupuesto propuesto refleja el compromiso del Gobierno mexicano de promover el bienestar social y el desarrollo económico, aunque enfrenta desafíos significativos relacionados con la deuda y la gestión fiscal. El Congreso jugará un papel crucial en la evaluación y modificación de este presupuesto antes de su aprobación final.