Tras la reciente manifestación de actores de doblaje y locutores frente al Monumento a la Revolución en Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum externó su respaldo total a su reclamo. Durante la conferencia matutina del lunes 14 de julio, reconoció que el uso de inteligencia artificial para replicar voces, incluso de personas fallecidas, sin su autorización, es un serio problema que debe abordarse con prontitud.
Expresó claramente: “Tienen razón”, y añadió que este sector, que se sostiene gracias a su voz, no debe ver vulnerado su sustento ni su identidad profesional. Por ello, anunció que la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y la Secretaría de Cultura ya trabajan para reunirse con los representantes del gremio y definir un esquema de protección legal que resguarde su voz como herramienta de trabajo.
La voz como patrimonio profesional y cultural
Sheinbaum enfatizó que el doblaje en México goza de reconocimiento internacional, por lo que proteger no solo el empleo, sino también la voz que se utiliza, es fundamental. Añadió que si bien se investigará si la voz puede constituir un dato biométrico, el foco inicial será garantizar la seguridad laboral y creativa de los artistas.
Este respaldo institucional surge tras un episodio muy polémico: el INE difundió un video institucional que incluía una voz clonada del fallecido actor Pepe Lavat, sin contar con el consentimiento correspondiente. Este caso fue uno de los detonantes de la protesta y de las demandas de regulación del uso de IA en el sector.
Una demanda justa en contexto nacional e internacional
La exigencia del gremio no es un rechazo a la tecnología en sí, sino a su uso desregulado y sin marco legal. Los actores y locutores piden que se prohíba el uso no autorizado de voces e imágenes generadas por IA y que se establezcan protocolos claros de consentimiento y compensación. También solicitan protección incluso para voces de artistas fallecidos, a fin de evitar usos indebidos o extralimitaciones .
Este tipo de demandas ya se extiende a nivel global: en España, por ejemplo, los actores están implementando cláusulas contractuales como la Pasave para impedir que sus voces sean usadas por modelos de IA sin permiso, y en Estados Unidos surgieron movimientos similares durante las huelgas de actores y guionistas en Hollywood, para exigir regulaciones que reconozcan su voz como derecho personal.