La Semana Santa es uno de los momentos más significativos del calendario litúrgico católico, y en México se vive con gran devoción. Esta celebración inicia con el Domingo de Ramos y culmina con el Domingo de Pascua, reuniendo a miles de creyentes que, con el corazón en la mano, reviven los últimos días de Jesús en la Tierra a través de procesiones, representaciones y actos de penitencia.
Las procesiones, cargadas de simbolismo, tienen su origen en las Sagradas Escrituras. Representan el camino hacia la salvación y permiten experimentar humanamente el sufrimiento que vivió Jesús. A través de estas manifestaciones públicas, la fe deja los templos y se traslada a las calles, convirtiéndolas en escenarios de reflexión y espiritualidad. Las imágenes religiosas, acompañadas por penitentes que en muchos casos portan cruces, flagelos o visten túnicas con el rostro cubierto, son el eje de cada cortejo. Nada se deja al azar; todo está cuidadosamente organizado.
Iztapalapa y sus 182 representaciones

Una de las representaciones más multitudinarias del país se lleva a cabo en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México. Este año, se celebran 182 representaciones consecutivas de la Pasión de Cristo, consideradas un honor para los habitantes de los ocho pueblos de la demarcación.
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Esta tradición surgió tras lo que se consideró un milagro y hoy es presenciada por millones de personas, entre devotos y turistas. Los actores son elegidos entre la población local y se preparan física y espiritualmente durante meses.
Procesiones en Taxco
En Taxco, Guerrero, las procesiones inician desde el Lunes Santo con la Procesión de las Vírgenes, donde diversas advocaciones marianas son bendecidas. Sobresale la Procesión de los Flagelantes, en la que peregrinos caminan con espinas atadas al cuerpo como muestra de fe y agradecimiento por milagros recibidos.
Procesión del Silencio en San Luis Potosí

San Luis Potosí alberga la impresionante Procesión del Silencio durante la noche del Viernes Santo. Inspirada en tradiciones españolas, se realiza desde 1953 y honra la muerte de Cristo y la soledad de la Virgen. Cofradías vestidas con túnicas desfilan en completo silencio, acompañadas solo por el redoble de tambores.
Quema de Judas en San Cristobal de las Casas

Desde San Cristóbal de las Casas hasta el centro del país, las peregrinaciones y procesiones reflejan una fe viva. La quema de Judas, celebrada el Sábado Santo, simboliza el rechazo a la traición. Así, cada rincón de México convierte la Semana Santa en una expresión colectiva de espiritualidad, historia y cultura.