Un bautizo en Las Vegas se convirtió en el centro de la polémica luego de que un sacerdote de origen polaco, identificado como Adam Kotas, hiciera comentarios considerados discriminatorios hacia una familia mexicana. El hecho ocurrió en el Santuario San Benito y fue grabado por uno de los asistentes, cuyo video se viralizó rápidamente en redes sociales.
Durante la ceremonia, el sacerdote preguntó a los padres el nombre del bebé. Al escuchar que se llamaría Matthew, Kotas respondió entre risas: “Aunque le pongas Matthew, siempre se le va a notar el nopal y la tortilla siempre la va a tener pegada”. La frase provocó las carcajadas de varios invitados, pero también la incomodidad de los padres del menor y el rechazo generalizado en redes sociales, donde muchos consideraron el comentario como una muestra de racismo y falta de respeto.
Video viral y reacciones divididas
El clip publicado en TikTok superó rápidamente el millón de reproducciones y desató un intenso debate. Mientras algunos usuarios defendieron al sacerdote argumentando que se trataba de una “broma inofensiva” sobre la identidad cultural latina, otros señalaron que un líder religioso debe dar ejemplo de empatía y respeto, no ridiculizar a quienes participan en una ceremonia sagrada.
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Medios locales informaron que el comentario ocurrió durante un bautizo privado, y aunque no hubo una sanción inmediata, diversas organizaciones latinas en Estados Unidos exigieron una disculpa pública por parte del sacerdote y del templo.
Un sacerdote marcado por la controversia
Adam Kotas no es ajeno a las polémicas. El religioso se hizo conocido por su presencia en redes sociales, especialmente en TikTok, donde compartía mensajes espirituales con un tono irreverente. Sin embargo, en 2023 fue removido del sacerdocio por la Arquidiócesis de Las Vegas, con respaldo del Papa Francisco, tras difundir declaraciones que la Iglesia consideró contrarias a su doctrina.
A pesar de ello, Kotas continúa activo en redes, donde mantiene miles de seguidores y afirma que su vocación “no depende de las instituciones, sino de Dios”. Su caso ha abierto un debate sobre los límites de la libertad de expresión dentro de la Iglesia y el papel de las redes sociales en la vida religiosa contemporánea.
El episodio del bautizo, sin embargo, ha dejado un mensaje claro para muchos: la fe no debe ser motivo de burla ni de discriminación.
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