La esencia de Frida Kahlo, no solo como artista sino como mujer, se revela en la exposición “Vestir la eternidad. Frida vista por Guillermo Kahlo”, inaugurada este jueves en el Centro Cultural San Ángel, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón. La muestra fotográfica, realizada por su sobrino nieto Guillermo Kahlo, ofrece una perspectiva poco explorada de la pintora: su indumentaria como reflejo de su identidad, sus luchas y su sensibilidad.
A través de 13 imágenes captadas en 2006, el fotógrafo documenta prendas de vestir y objetos personales que pertenecieron a Frida Kahlo y que permanecieron ocultos por décadas en el baño de la Casa Azul. Entre las piezas destacan huipiles, blusas, enaguas, corsés y botas que evocan la vida cotidiana de la artista y su íntima relación con el dolor, el arte y la libertad.
Frida Kahlo más allá del lienzo
Durante la inauguración, Guillermo Kahlo compartió su visión sobre la muestra: “Frida no sólo fue una poderosa pintora, sino una artista de la vida cotidiana. Las prendas que vestía hablaban tanto como sus cuadros.
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En estas fotos se refleja la Frida del dolor, pero también la Frida del gusto y la expresión”. El fotógrafo explicó que su interés nació de las historias familiares que escuchó de su padre, quien convivió con la artista en la Casa Azul.
Con esta exposición, Guillermo busca ir más allá de la imagen icónica y comercial de Frida, e invita a conocer las múltiples facetas que definieron a la mujer: la artista, la activista y la figura profundamente humana.
Un espacio de arte para todos
El alcalde de Álvaro Obregón, Javier López Casarín, celebró que la exposición se presente en la demarcación, destacando la importancia de fomentar el arte y la cultura a nivel local. “Guillermo Kahlo nos comparte una Frida que muchos desconocen, capturada desde una perspectiva sensible y honesta. Es un orgullo que esta historia llegue a nuestro Centro Cultural”, expresó.
“Vestir la eternidad” estará abierta al público de forma gratuita hasta el 29 de septiembre, en un horario de 10:00 a 18:00 horas, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de conocer a Frida desde su piel, su ropa y su historia más íntima.
