Recientemente, la empresa de biotecnología representa Colossal Biosciences anunció el nacimiento de tres cachorros que, según afirman, una versión genética del lobo terrible, una especie que se extinguió hace más de 13.000 años. Estos animales, denominados Rómulo, Remo y Khaleesi, fueron creados mediante la extracción de ADN de fósiles antiguos y la posterior modificación genética de células de lobos grises actuales para replicar las características físicas del lobo extinto. Los embriones resultantes fueron gestados en una loba gris, culminando en un procedimiento complejo que ha generado un intenso debate en la comunidad científica,
La noticia ha captado la atención mundial, pero también ha suscitado interrogantes sobre la viabilidad y la ética de tales experimentos. Expertos cuestionan si este tipo de iniciativas representan un uso eficiente de los recursos disponibles para la conservación de la biodiversidad actual .
Opiniones divididas en la comunidad científica
Aníbal Parera, biólogo especializado en vida silvestre, expresó escepticismo respecto al anuncio de Colossal Biosciences. Señaló que la empresa publicó un comunicado de prensa antes de presentar una investigación científica revisada por pares, lo que considera una falta de seriedad en el manejo del proyecto. Parera reconoce el avance tecnológico, pero advierte que los cachorros creados son lobos actuales genéticamente editados para parecerse al lobo terrible, y que el procedimiento está lleno de incertidumbres.
Por su parte, Andrés Novaro, Director de Conservación Terrestre de WCS Argentina, considera que, aunque el desarrollo de técnicas de inserción genética es interesante, no representa un avance significativo para la conservación de especies. Destaca que revivir una especie extinta hace tanto tiempo, cuyo ecosistema original ha desaparecido, implica una inversión de recursos considerable que podría destinarse a prioridades más urgentes, como la pérdida de hábitats, la caza furtiva y los efectos del cambio climático .
Claudio Bertonatti, asesor científico de la Fundación Azara y docente en la Universidad Maimónides, coincide en que la pérdida de biodiversidad es una de las crisis más graves de nuestro tiempo. Subraya que los recursos para la preservación de la fauna son limitados y que deben enfocarse en proteger las especies que aún existen y están en peligro crítico de extinción .
Consideraciones éticas y ecológicas
Los científicos también plantean preocupaciones sobre el bienestar de los animales creados mediante ingeniería genética y los posibles impactos ecológicos de reintroducir especies extintas en ecosistemas actuales que han cambiado masivamente desde su desaparición. Existe el riesgo de que estos animales no puedan sobrevivir en su nuevo entorno o que afecten negativamente a otras especies.
En resumen, mientras que los avances en biotecnología permiten explorar posibilidades antes inimaginables, la comunidad científica insta a una profunda reflexión sobre las implicaciones éticas, ecológicas y económicas de revivir especies extintas. La prioridad, según muchos expertos, debería ser la conservación de la biodiversidad existente y la protección de los ecosistemas actuales .