En 1974, lo que hoy se conoce como el Ejido Alfredo B. Bonfil, a tan solo siete kilómetros de Cancún, era únicamente monte. No había calles, luz ni casas; apenas un paisaje agreste que buscaba convertirse en centro agrícola para abastecer a los primeros campamentos de Cancún, pero que nunca logró consolidarse como tal.

Durante el 17° conversatorio El Primer Cancún, organizado por las asociaciones Pioneros y Fundadores de Cancún, habitantes de aquella primera generación recordaron cómo fue llegar a un lugar que ofrecía poco más que tierra pedregosa y calor sofocante. Don Epifanio Flores, de 88 años, mostró incluso un periódico de la época y relató cómo, el 18 de diciembre de 1973, un grupo de campesinos partió desde Torreón, Coahuila, rumbo al sureste.
El “éxodo campesino” que forjó comunidad

A bordo de un tren, autobuses y camiones, más de un centenar de hombres, mujeres y niños viajaron durante días hasta arribar a Quintana Roo. La promesa gubernamental era dotarlos de terrenos para sus viviendas, pero al llegar solo encontraron palapas improvisadas y campamentos.
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Entre ellos se encontraba Esther Machado, entonces una niña de nueve años, quien recordó que esperaba ver casas, pero lo que encontró fue un frasco con un mechón encendido para alumbrar la noche.
Los recuerdos compartidos durante el conversatorio incluyeron noches en hamacas, insectos, calor extremo y largas caminatas para ir a la escuela. Los adultos, entre tanto, desmontaban la selva y levantaban brechas y viviendas de palma.
De campesinos a constructores de Cancún
La tierra en Bonfil era piedra dura, imposible de sembrar. Ante la necesidad, los recién llegados aprendieron albañilería y se transformaron en transportistas y obreros de la construcción. Con rudimentarias camionetas de carga trasladaban materiales hacia Cancún, donde participaron en la edificación de casas, escuelas y los primeros hoteles de la naciente zona turística.

Ese esfuerzo colectivo dio identidad al ejido, bautizado en honor a Alfredo B. Bonfil, dirigente campesino asesinado en 1971. Fue el 16 de febrero de 1974, por decreto del presidente Luis Echeverría Álvarez, cuando quedó oficialmente fundado.

Bonfil hoy
Con el paso de los años, la mancha urbana alcanzó al ejido y sus más de 2,000 hectáreas se transformaron en colonias, comercios y calles, con una población que hoy rebasa los 35 mil habitantes. Sin embargo, sus pobladores se asumen todavía como guardianes de la tradición: conservan la charrería y es común ver caballos por las calles en las tardes de jueves.
@tribunomada ¿Conoces Bonfil? Te llevamos un ratito a esta peculiar zona de Cancún!!! #travel #viajes #nomada #cancun
Al cierre del conversatorio 17, la conclusión fue clara: Cancún no se entiende sin Bonfil. Como resumió Epifanio Flores: “Llegamos con fe y nos quedamos porque aquí también nació nuestro sueño”.