En 1968 el Museo Metropolitano de Nueva York (MET) recibió por avión una increíble fachada de un templo maya del sur mexicano, para venderla e incorporarla a la exposición Before Cortés. Pero el MET no puso al a venta la pieza, y en cambio, notificó a Ignacio Bernal, entonces director del Museo Nacional de Antropología (MNA).
La pieza había sido enviada por una cuadrilla de saqueadores. Esto se supo en una reunión que sostuvieron funcionarios del MET y del MNA; quienes presionaron al traficante Everett Rassiga para la repatriación del monumento.
Cuando el MNA recuperó esta fachada estaba fragmentada en 48 secciones. La pieza colosal media 8.39 m de largo y 2.48 m de alto, y representa a un joven gobernante flanqueado por dos ancestros divinizados. Su reintegración constituyó una labor inmensa, ya que no se contaba con información que permitiera conocer su aspecto original.
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La pieza se llamó Relieve de Placeres y el MNA es uno de los pocos recintos culturales del mundo que alberga un friso maya tan extraordinario; que más allá de la controvertida historia de saqueo, constituyó una gran hazaña para los restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Del objeto destaca el rostro de un ancestro divinizado, que está flanqueado por dos ancianos que al parecer le comparten sabiduría o símbolos de fertilidad, agua o abundancia.
También es posible apreciar el llamado monstruo o pez Xook y el lagarto o monstruo Imix.
Especialistas del INAH, de la UNAM y otras instituciones encargadas de la restauración de la pieza, tuvieron que descifrar su aspecto original y tratar de unir los fragmentos sin causar más daño del que ya habían ocasionado los saqueadores con el corte y la colocación de los polímetros.
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Con información de MxCity, La Jornada Maya y México Desconocido