De existir un desfase entre el desarrollo sexual y la madurez psicosocial de las jóvenes menarcas tempranas –primer periodo menstrual de algunas menores–, se les podrían desencadenar síntomas de depresión y también ansiedad, caer con facilidad en adicciones, beber alcohol más tempranamente, presentar conductas dañinas como cutting (cortarse la piel con objetos afilados, lo que genera heridas superficiales sin buscar el suicido) y trastornos alimenticios como la anorexia.
Lo anterior de acuerdo con la investigadora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Verónica Alcalá Herrera, quien indicó que, al parecer, las adolescentes en esa situación tienen menor escolaridad pues suspenden o abandonan los estudios; varias también se embarazan o buscan pareja a edad temprana; “debemos pensar que biológicamente las hormonas tienen una finalidad: el aumento del interés sexual para la búsqueda de ello”.
Para numerosas adolescentes llegar a los 15 años de edad es una ilusión, un proceso en el que dejan de ser infantas y pasan a ser mujeres. Pero también es un parteaguas, desde el punto de vista del desarrollo humano, porque inician un nuevo proceso: la madurez sexual y reproductiva; sin embargo, pasarán todavía uno o dos años hasta que se regule su organismo. Si bien se trata de un fenómeno eminentemente neurobiológico, se engarza con factores psicológicos y sociales, acotó.
Indicó que en el último estudio que realizamos en México, en 2016, se observó que, tanto en la capital del país como en Jalapa, Veracruz, el promedio de edad de la menarca es de 11.4 años. “Si se revisa literatura más antigua, podemos encontrar una disminución en la edad de la primera menstruación durante el siglo XX y principios del siglo XXI”.
Verónica Alcalá consideró que cuando se habla de menarquia temprana “debemos considerar cuál es la edad promedio en la que aparece ese proceso fisiológico en una población determinada; esa fue la razón que nos llevó a realizar el estudio donde se calculó la edad de la menarquia en Xalapa y en la Ciudad de México, porque se decía que era antes de los 11 años, pero no estábamos tan seguras de que así ocurriera en México”.
Una de las preguntas que intriga a la comunidad científica, es conocer por qué se adelanta la menarquia. Entre las explicaciones está: para que una menor comience a menstruar, se requiere que tengan cierto peso y talla. “Sabemos que en la población mexicana las niñas tienden a la obesidad, lo que hace que alcancen el peso y la estatura requerida con antelación, ya que el metabolismo de los lípidos participan en la madurez reproductiva”, y esta sería una de las razones por las que las niñas mexicanas presentan la primera menstruación a edad más temprana
Confianza, amor y protección
Las presiones psicosociales, prosiguió, son otro de los factores que participan en dicho adelanto. Niveles altos de estrés a temprana edad impactan al sistema hipotálamo-hipófisis-gonadal, lo que favorece la madurez reproductiva temprana.
Puntualizó que es esencial que la familia, en particular los padres, acompañen a las niñas y adolescentes en esa etapa, sobre todo en la infancia, para proporcionarles sentimientos de confianza, amor y protección para evitar que sientan angustia, principalmente con las niñas que son menarcas tempranas; hacer que acepten su género y con ello la menstruación. En la medida que estén acompañadas, se les facilite información y se les haga saber que la menstruación no es desagradable, se evitará el fuerte estrés que experimentan.
Con información de DGCS UNAM