Durante un evento público, la mandataria destacó que el país ha avanzado en la democratización de los procesos electorales y que la gente ahora elige a sus representantes por su capacidad y trayectoria, no por su apellido.
Sheinbaum subrayó que la Cuarta Transformación ha impulsado un cambio en la manera de hacer política, en el que la cercanía con el pueblo y los resultados importan más que los vínculos familiares. En este sentido, aseguró que aquellos que busquen cargos públicos por influencia de parientes en el poder enfrentarán el rechazo ciudadano en las urnas.
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La postura de la presidenta llega en un momento en el que varios políticos han sido señalados por impulsar a familiares en elecciones locales y estatales. Aunque no mencionó casos específicos, su declaración fue interpretada como un mensaje claro para quienes intentan perpetuar dinastías políticas en México.
Asimismo, Sheinbaum reiteró la importancia de fortalecer los principios democráticos en el país y garantizar que las candidaturas sean resultado de un proceso transparente y meritocrático. Destacó que el pueblo mexicano está más informado y exigente, por lo que difícilmente permitirá que el nepotismo prevalezca en el futuro.
Con las elecciones intermedias de 2027 en el horizonte, las palabras de la presidenta han generado debate en el ámbito político. Mientras algunos respaldan su postura, otros señalan que aún hay retos por enfrentar para erradicar el favoritismo en la política. Lo cierto es que el mensaje de Sheinbaum refuerza la idea de que en México el poder debe ganarse con trabajo y compromiso, no por herencia familiar.
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Con información de EL MILENIO
