En el estado mexicano de Quintana Roo, una iniciativa ciudadana denominada Ley Tajamar ha sido presentada como una propuesta legal innovadora para reforzar la protección de los manglares, humedales y ecosistemas costeros frente al crecimiento urbano, especialmente impulsado por la industria turística e inmobiliaria.
El origen de la iniciativa
Ante la falta de regulación que integre los ecosistemas naturales en la planificación urbana, colectivos de académicos, activistas y ciudadanos lanzaron la propuesta Ley Tajamar —parte del programa ciudadano conocido como Once X Cuatro, que representa las cuatro iniciativas en los once municipios del estado— con el propósito de transformar las actuales leyes estatales sobre ordenamiento territorial y protección civil.
Objetivo: una planeación con base científica
La ley busca obligar a los municipios a elaborar y vincular un atlas de riesgo ambiental que identifique zonas de manglar, cenotes, humedales y otros ecosistemas sensibles, y que dicha herramienta sea una condición indispensable para aprobar cualquier desarrollo urbano. De no cumplirse, se invalidarían esos programas de crecimiento territorial.
Protección efectiva del ecosistema
Además, la iniciativa exige que se realicen estudios de capacidad de carga ambiental, cuyo objetivo es determinar cuánto impacto puede tolerar una zona sin romper su equilibrio ecológico. Esto garantizaría, por ejemplo, que no se construya en habitaciones legales sobre cenotes o manglares cuya ubicación no esté registrada oficialmente.
Contexto: un pasado ambiental conflictivo
El manglar de Tajamar, ubicado en Cancún, se convirtió en un símbolo de resistencia tras la devastación ocurrida en 2016, cuando hubo tala masiva del ecosistema usando maquinaria pesada y aval institucional, pese a su protección legal. Este episodio derivó en múltiples amparos e intervenciones judiciales para restaurar el área afectada.
Respaldo comunitario y ambiental
Organizaciones como Greenpeace México, DMAS y otras agrupaciones vinculadas al movimiento “Once X Cuatro” han impulsado la ley como un escudo protector. Exigen que el Congreso estatal la apruebe para detener nuevos desarrollos incompatibles con la conservación del manglar y otros ecosistemas frágiles.
Importancia de normativa ciudadana
La Ley Tajamar no solo sería un paso legislativo, sino también una herramienta para exigir responsabilidad institucional. Por ejemplo, permitiría sancionar a empresas e incluso a autoridades que autoricen proyectos en zonas no aptas, mediante modificaciones al código penal local que penalicen delitos urbanos ambientales.
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