La religión católica, con más de dos mil años de historia, continúa siendo una de las más influyentes del planeta. Según datos del portal *World Population Review*, Brasil encabeza la lista de países con mayor número de católicos, con aproximadamente 140 millones de fieles. Le sigue México, con 101.3 millones, consolidándose como el país de habla hispana con más creyentes de esta fe.
Con una población que supera los 215 millones, Brasil ha sido un bastión del catolicismo desde su colonización por Portugal en el siglo XVI. Aunque ha habido un crecimiento notable de otras religiones, el catolicismo sigue teniendo una presencia dominante en la vida cultural y religiosa del país.
México: fe, identidad y tradición

En el caso de México, la influencia del catolicismo también es profunda. La devoción a la Virgen de Guadalupe, considerada patrona del país, simboliza una fusión entre la religiosidad traída por los conquistadores españoles y las creencias indígenas.
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Tradiciones como el Día de Muertos o las posadas navideñas reflejan esta mezcla cultural.
Otros países con grandes poblaciones católicas son Filipinas (85.6 millones), Estados Unidos (85.3 millones), la República Democrática del Congo (60 millones), Italia (50 millones), Francia (44 millones), Colombia (37.9 millones), España (33 millones) y Argentina (31.2 millones).
Católicos a nivel global

No obstante, si se mide en términos de proporción de católicos respecto al total de habitantes, el escenario cambia. La Ciudad del Vaticano —sede de la Iglesia Católica— tiene un 100% de población católica. Le siguen Timor Oriental (97.5%), San Marino (97%), Wallis y Futuna (95.8%) y Malta (95%).
Estos datos reflejan el legado de los imperios coloniales católicos, como España y Portugal, que propagaron esta religión por América, África y Asia. En regiones como Paraguay, México o Brasil, el catolicismo fue tanto impuesto como adaptado a las culturas locales.
En Europa, países como Italia y Polonia mantienen una estrecha relación con la Iglesia, mientras que territorios insulares y dependencias coloniales como Guadalupe o Malta conservan altas tasas de catolicismo.

A pesar del avance de la secularización y la diversificación religiosa en muchas regiones, el catolicismo sigue teniendo una presencia significativa y una fuerte influencia cultural en el mundo actual.