Cada año, los animales venenosos, especialmente las serpientes, causan millones de lesiones y miles de muertes en todo el mundo.
Las estadísticas indican que hay aproximadamente 2.5 millones de mordeduras de serpientes venenosas al año, lo que provoca cerca de 125,000 muertes, aunque el número real podría ser significativamente mayor. Las regiones más afectadas incluyen el sudeste asiático, India, Brasil y varias zonas de África.
Las mordeduras de víboras representan una amenaza grave, especialmente para los niños, quienes tienen mayor riesgo de complicaciones graves debido a su menor tamaño corporal. Sin embargo, el tratamiento médico oportuno puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. El uso de antídotos adecuados y atención inmediata en salas de emergencias pueden evitar consecuencias fatales en la mayoría de los casos.
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Es importante recordar que incluso las mordeduras de víboras no venenosas pueden causar infecciones graves, especialmente en niños.
Tipos de víboras venenosas
Entre las víboras más peligrosas se encuentran:
- Cobras
- Serpientes víboras cobrizas
- Serpientes corales
- Serpientes boca de algodón (mocasín de agua)
- Serpientes cascabel
Aunque estas especies prefieren evitar a los humanos, suelen atacar como mecanismo de defensa si se sienten amenazadas o sorprendidas.
¿Qué hacer en caso de una picadura de serpiente?
En caso de mordedura, es crucial actuar rápidamente:
- Mantenga a la persona calmada y limite su movimiento.
- Mantenga el área de la mordedura al nivel o por debajo del corazón.
- Retire objetos que puedan dificultar la circulación, como anillos o prendas ajustadas.
- No aplique torniquetes ni intente succionar el veneno.
- Solicite ayuda médica de inmediato.
Además, si es posible, observe el tamaño, color y forma de la serpiente para facilitar el tratamiento.
Cabe destacar que las víboras, aunque fascinantes, pueden representar un riesgo significativo. La educación, la prevención y el acceso rápido a tratamiento son esenciales para minimizar su impacto en la salud pública.
