El virus Oropouche, popularmente conocido como el “virus de la pereza”, ha sido identificado por un grupo de expertos como una amenaza que podría volverse “imparable”, especialmente en jóvenes de entre 20 y 30 años.
Este agente patógeno, que ha comenzado a generar preocupación en la comunidad médica, tiene la capacidad de causar la muerte si los síntomas en los pacientes se complican. Los primeros brotes de la enfermedad se reportaron en Cuba y Brasil, pero su alcance se ha extendido a otros países, como Italia.
¿Cómo se transmite el “virus de la pereza”?
La transmisión del virus Oropouche se produce a través de la picadura de mosquitos infectados, los cuales adquieren la bacteria de perezosos, animales que actúan como reservorios naturales del agente patógeno. Debido a esta conexión, el virus ha sido apodado coloquialmente como el “virus de la pereza”.
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Entre los principales síntomas se encuentran la rigidez articular, náuseas, vómitos, y en los casos más graves, fiebre alta y diarrea aguda.
Uno de los casos más severos fue detectado en Italia, donde una mujer de 26 años, después de regresar de un viaje a Ciego de Ávila, en Cuba, comenzó a sufrir graves complicaciones de salud.
Según informes del diario The Mirror, la joven fue hospitalizada en Verona tras desarrollar un cuadro agudo de diarrea y fiebre, lo que generó preocupación sobre la posible propagación del agente patógeno en Europa.
Este no fue un caso aislado, pues otros dos turistas en Italia que también habían visitado Cuba contrajeron el agente patógeno, mostrando síntomas similares. Esta situación ha incrementado la preocupación entre las autoridades sanitarias.
Víctimas mortales del virus de la pereza
Además, el agente patógeno ha causado víctimas mortales en Brasil: el 25 de julio, dos jóvenes de 21 y 24 años fallecieron tras sufrir intensos dolores de cabeza, fiebre, dolores musculares y sensibilidad a la luz, síntomas que rápidamente se agravaron y resultaron en su muerte.
Ante la expansión de esta enfermedad, la comunidad científica ha emitido una alerta internacional, advirtiendo que el V. Oropouche podría evolucionar hacia una pandemia si no se implementan medidas rápidas y efectivas para controlar su propagación.
La capacidad de este agente patógeno para transmitirse a través de mosquitos infectados, sumada a la movilidad internacional, podría facilitar la expansión del “virus de la pereza” a otras regiones del mundo, subrayando la necesidad urgente de desarrollar tratamientos y estrategias preventivas para evitar un brote de mayor magnitud.
