El sirenismo, también conocido como mermaiding, es una disciplina acuática que combina técnica, fantasía y deporte bajo el agua. En Argentina, está adquiriendo cada vez más adeptos de todas las edades que buscan no solo nadar, sino sumergirse (literal y simbólicamente) en un mundo que parece salido de un cuento: el de las sirenas y los tritones. Pero lejos de ser solo un disfrute visual, esta actividad exige entrenamiento, certificación internacional y compromiso físico y mental.
¿Qué implica el sirenismo?
Para entender bien en qué consiste esta práctica, hay que conocer sus componentes esenciales:
- Apnea: no se utilizan tanques de oxígeno; quienes nadan como sirenas confían en su propio cuerpo para contener la respiración. Esto requiere autocontrol, técnica y seguridad en el medio acuático.
- Movimiento tipo “nado de delfín”: la propulsión mimetiza el vaivén de los cuerpos marinos, especialmente de los cetáceos, con ondulaciones que nacen desde el torso y se transmiten hacia la cola o la cola-aleta.
- Aspecto lúdico y simbólico: la fantasía juega un papel central. Ser sirena o tritón no es solo adoptar una estética, sino también reconectar con imágenes, emociones, incluso la niñez interna de cada persona.
Entrenamiento y certificaciones
Convertirse en practicante de sirenismo certificado requiere seguir una serie de pasos que aseguran tanto la calidad como la seguridad:
- Se toman clases teóricas y prácticas: normalmente seis sesiones dentro de una piscina, más seis unidades de teoría.
- Luego se debe hacer un examen práctico bajo el agua, donde se graba lo aprendido, desde la técnica de propulsión hasta el control de la respiración. Estos vídeos se envían a una entidad certificadora internacional.
- También hay un examen de opciones múltiples (multiple choice), con contenido que incluye anatomía y otros conocimientos relacionados con la función corporal durante la apnea.
- Los niveles de certificación avanzan: empiezas como “Mermaid” (o sirena) para la piscina, y luego puedes llegar al nivel “Ocean Mermaid” para aguas abiertas, donde se prueba también la capacidad de rescatar a alguien a cierta profundidad y remolcarlo hacia la orilla o hacia un bote.
La comunidad argentina del sirenismo
Este deporte/fantasía ya tiene presencia palpable en Argentina:
- Hace unos tres años comenzaron a organizarse grupos de WhatsApp, clases locales, y ya existe una comunidad formal bautizada “Sirenismo Argentina”.
- Hoy en día cuenta con más de 60 personas practicándolo activamente, con diversidad de edades: desde niños pequeños hasta adultos.
- Existen iniciativas nacionales para fabricar colas de sirena (“monoaletas”) personalizadas, lo que aporta identidad local al aspecto visual de la disciplina.
Perfil de quienes lo practican
Algunos rasgos comunes en los participantes de sirenismo:
- Mayoritariamente mujeres adultas, aunque también hay niños desde los 6 años, adolescentes y algunos hombres (“tritones”).
- Muchas lo ven como una forma de reconectar con recuerdos, fantasías o con su “niña interior”.
- Los vestidos, trajes y accesorios cumplen una función creativa y de identificación personal: personalizar los monos y colas forma parte de la experiencia.
Beneficios físicos y emocionales
El sirenismo aporta muchas ventajas tanto para el cuerpo como para la mente:
- En lo físico: trabajar el core, los glúteos, las piernas, la capacidad pulmonar y la resistencia. Realizar las ondulaciones correctamente exige fuerza y coordinación.
- En lo mental y emocional: al sumergirse, desconectas de lo cotidiano, del estrés. Hay un estado meditativo que surge con la apnea, el ritmo, la conexión con el agua. Practicar sirenismo puede brindar paz interior, renovación personal e incluso alivio emocional.
Competencias internacionales y reconocimiento
El sirenismo no se queda en lo local; tiene ya escenarios competitivos y reconocimiento global:
- Existen eventos como las MerOlympics, donde se reúnen practicantes del mundo para competir en pruebas que combinan velocidad, técnica, rescate, estética.
- Las certificaciones obtenidas en Argentina son válidas internacionalmente, lo que permite participar en competencias o realizar clases con reconocimiento más allá de las fronteras.
- Argentina empieza a destacar: ya tiene representantes en competencias internacionales, y el crecimiento de su comunidad la posiciona en este circuito global cada vez con mayor solidez.
El sirenismo en Argentina ha pasado de ser un hobby minoritario a una disciplina con estructura, comunidad, certificaciones y beneficios reales. Fusiona el arte, el deporte y la fantasía en una práctica exigente pero apasionante. Ya no es solo nadar “como una sirena” por placer: es entrenar, certificar, conectarse con uno mismo y formar parte de algo más grande.
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