La princesa Kalina de Bulgaria ha sorprendido al mundo con un radical cambio físico, resultado de un riguroso método de entrenamiento. Siempre interesada en el deporte, a sus 52 años ha ganado el apodo de “la princesa culturista” debido a su impresionante aspecto físico.
Kalina atrajo la atención de todos cuando fue fotografiada el pasado 29 de mayo durante la ceremonia fúnebre del rey Fernando I de Bulgaria en el Palacio Vrana de Sofía. Este evento histórico marcó la repatriación de los restos del rey Fernando I a más de 76 años de su muerte, finalmente siendo sepultados en su país de origen.
Extraño físico de la princesa Kalina
Sin embargo, más allá de la solemnidad del evento, los medios locales e internacionales se centraron en la princesa Kalina y su tonificado cuerpo. Las imágenes mostraban claramente que sigue una rigurosa rutina de levantamiento de pesas, evidenciada por sus musculosos brazos y cuerpo esculpido.
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El notable cambio en su físico ha generado tanto admiración como controversia. Desde 2018, se ha especulado sobre una posible cirugía de nariz, dado el visible cambio en su rostro.
Kalina ha aclarado que la intervención no fue de carácter estético, sino necesaria por razones de salud. En cuanto a su transformación corporal, la princesa ha demostrado que se debe a su constante dedicación al ejercicio y a su nuevo enfoque en la vida fitness.
Medios locales informan que Kalina está completamente comprometida con su estilo de vida saludable y no duda en compartir sus nuevos intereses a través de redes sociales. Fotografías comparativas que circulan en internet muestran a la princesa antes y después de su transformación, destacando un cambio tan drástico que algunos la consideran irreconocible.
Las críticas a Kalina de Bulgaria
La respuesta del público ha sido mixta. Mientras algunos usuarios en redes sociales la felicitan por mantener una vida sana y activa a sus 52 años, otros critican sus constantes cambios de look y la transformación física. Las opiniones divididas reflejan la presión y el escrutinio público al que están sometidas las figuras de la realeza, especialmente cuando realizan cambios significativos en su apariencia.
Kalina, sin embargo, parece mantenerse firme en su camino, enfocándose en su bienestar físico y mental. Su transformación es un testimonio de disciplina y dedicación, desafiando las expectativas tradicionales de la realeza y mostrando que es posible reinventarse a cualquier edad.
Cabe destacar que aunque las críticas persistan, la princesa culturista sigue adelante, inspirando a muchos con su compromiso con el fitness y la salud.