La Pirámide del Sol, un grande del complejo que posee tres niveles y es una de las grandes maravillas de la humanidad.
En este valle, de ricos recursos de agua, se erigió una primera ciudad en el periodo de al año 150 aC hasta el 200 dC. Las grandes estructuras datan del tercer siglo de nuestra era, siendo el momento de mayor desarrollo local el siglo IV, con una población que superó los 200.000 habitantes.
El nombre actual de Teotihuacán es azteca y significa «el lugar de los dioses».
Este es el contexto histórico y geográfico de esta gran pirámide.
La Pirámide del Sol es la estructura más importante dentro del Conjunto Arqueológico de Teotihuacán, encontrándose en el centro de la Calzada de los Muertos, entre la Pirámide de la Luna al norte y La Ciudadela en el sur.
Su construcción se inició cuando Teotihuacán empezó a desarrollarse como una de las principales ciudades de Mesoamérica (entre los año 1 y 150 de nuestra era).
Es la tercera pirámide más grande de la época prehispánica puesto que mide unos 65 metros de altura, detrás de la de Cholula que mide 66 metros y la de Tikal que alcanza los 70 metros.
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Pudo haber sido originalmente más alta, puesto que estaba rematada por un santuario en su cima, quedando hoy en día sólo una plataforma cuadrada de superficie un tanto irregular.
Se puede acceder a la cúspide a través de una escalinata formada por unos 260 peldaños, 52 por cada sol o era. Numerosos pueblos mesoamericanos explicaban la creación del mundo en su cosmogonía a través del mito de los Cinco Soles.
Éstos corresponden a cinco períodos en los que reinaba una deidad en concreto. Sin embargo al final de los cuatro primeros soles hubo un cataclismo surgido de las luchas entre las diferentes deidades, y los hombres y el mundo desaparecían. Para estas civilizaciones nos encontramos en el Quinto Sol que será destruido por un terremoto.
Éste se inició en la ciudad de Teotihuacán. De ahí el número de peldaños de la Pirámide del Sol. El cuerpo de la pirámide se compone de bloques de piedra unidos por un lodo especial y recubiertos de estuco posteriormente decorado.
Hallazgos recientes
En la década de los años 70 los arqueólogos realizaron un hallazgo formidable: bajo la pirámide se encontró una cueva a la que se entraba justo por enfrente de la pirámide. La cueva de 102 metros de largo, terminaba en lo que parecía ser una flor de cuatro pétalos, siendo cada pétalo una especie de cámara.
Se supone que existe un vínculo entre estas cuevas y el mítico lugar de origen de los aztecas, llamado Chicomotzoc o “el lugar de las siete cavernas”, pero no ha podido establecerse con claridad.
Un aspecto interesante relacionado con la Pirámide del Sol es que se halla orientada de modo que señala realmente el movimiento del sol, desde el amanecer hasta el anochecer y los equinoccios, así como el punto de la bóveda celeste por donde salen las Pléyades.
Excavaciones recientes realizadas por un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH-Conaculta) ha encontrado una escultura del dios viejo o del fuego Huehuetéotl, dos estelas completas y el fragmento de otra en la cúspide de la pirámide.
Esta escultura de 58 centímetros de altura es la más grande encontrada en el complejo arqueológico y junto con las dos estelas de piedra verde y el fragmento de la otra parece ser que decoraron el templo que coronaba la pirámide hace 1500 años y que no ha llegado hasta nosotros, puesto que fueron los propios habitantes de Teotihuacán los que lo destruyeron.
Este descubrimiento junto con el hallazgo en 1906 de un brasero y varios elementos escultóricos dedicados a la ceremonia del Fuego Nuevo encontrados sobre la plataforma adyacente permiten sugerir que la Pirámide del Sol fue objeto de cultos de carácter ígneo y de finales de ciclo del calendario.
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Con información de Visitar Teotihuacán