En los Estados Unidos, el canal oficial de inmigración ha lanzado una estrategia que ha encendido alarmas por su eco inquietante con métodos del pasado. En redes sociales circula una imagen protagonizada por el emblemático Tío Sam, acompañado de una frase inequívoca: “Ayuda a tu país… y a ti mismo… denuncia a todos los invasores extranjeros.” En la ilustración, además, se incluye un número de teléfono con la invitación de alertar sobre supuestas actividades delictivas vinculadas a personas indocumentadas, como un mecanismo para “localizar y arrestar a inmigrantes ilegales”.
Esta campaña, impulsada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ha tomado como inspiración la estética de los míticos carteles de reclutamiento militar de la Primera y Segunda Guerras Mundiales. Sin embargo, ahora buscan revertir su propósito original: de alentar enlistarse, pasan a instigar a ciudadanos a actuar como informantes de sus propios vecinos.

La imagen, atribuida a un usuario en la red X llamado Mr. Robert —quien defiende la idea de Donald Trump como la “gran esperanza blanca” y difunde mensajes centrados en la “despertar del hombre blanco”— fue replicada en la cuenta oficial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), compartida por Stephen Miller, exsubjefe de gabinete de la Casa Blanca, e incluso publicada en Instagram por la propia Casa Blanca. En respuesta, numerosos internautas han comparado este llamado con las prácticas de propaganda nazi: “¿Acaso los alemanes no le pedían a la gente que denunciara a los judíos?”, cuestionó un usuario en Instagram.
El paralelismo con tiempos oscuros de la historia no es casual. Los críticos destacan que esta comunicación remite directamente a un cartel nazi de 1943, en el que una gigantesca mano señalaba a un hombre acusado de “Jude” (“judío”) junto al texto “¡Él es el culpable de la guerra!”. Bajo ese espíritu, los nazis etiquetaron, acosaron y deportaron a millones de judíos hacia los campos de concentración.
Lalo Alcaraz, renombrado caricaturista y autor de La Cucaracha, ha señalado que este tipo de propaganda convierte la figura de Tío Sam—un símbolo nacional—en “un meme supremacista blanco” plagado de connotaciones alarmantes. Asimismo, el estratega republicano Mike Madrid, de California, catalogó la campaña de “horrible” y la relacionó al movimiento “América Primero” de la década de 1930: “Claramente, descaradamente”, aseguró, “ni siquiera lo ocultan.”
Este mensaje de parte del gobierno se enmarca en una fase intensificada de redadas masivas por parte de ICE. Estas operaciones, según reportes en Texas —como en el área de Plum Grove—, han sembrado miedo entre las comunidades migrantes. Tiendas locales informan que la presencia de la agencia disuade a las clientelas, e incluso niños nacidos en Estados Unidos han sido enviados a realizar compras esenciales, evitaendo que sus padres no ciudadanos fueran arrestados.
La estrategia de etiquetar personas como “invasores extranjeros” no es novedad. Donald Trump la ha usado por más de una década; hoy, este lenguaje ha sido adoptado formalmente por el Partido Republicano, evocando un discurso populista con claras reminiscencias históricas a la xenofobia europea del siglo XX.