Pavel Durov, el multimillonario fundador de la aplicación de mensajería Telegram, sorprendió al mundo al anunciar que su fortuna, valorada en 13 mil 900 millones de dólares según Bloomberg, será dividida entre más de un centenar de hijos que ha engendrado tanto de forma natural como por donaciones de esperma realizadas en al menos 12 países.
En una entrevista concedida a la revista francesa *Le Point*, Durov, de 40 años, explicó que ya redactó un testamento que garantiza la igualdad de derechos hereditarios para todos sus hijos: seis de ellos reconocidos legalmente con tres parejas distintas, y más de 100 concebidos mediante reproducción asistida.
La herencia de Pavel Durov
“Todos son mis hijos y tendrán los mismos derechos”, declaró el empresario, quien aseguró que no quiere que surjan disputas entre ellos tras su fallecimiento.
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Sin embargo, también dejó claro que no podrán acceder de inmediato a la herencia, ya que estableció un plazo de 30 años antes de que puedan recibir algún recurso económico.
“Quiero que vivan como personas normales, que se forjen solos, que aprendan a confiar en sí mismos y a crear sin depender de una cuenta bancaria”, argumentó Durov, quien vive en Dubái y tiene nacionalidad francesa y emiratí.
A pesar de ser uno de los gigantes del sector tecnológico, Durov afirmó que su riqueza no proviene directamente de Telegram, sino de una inversión temprana en bitcoin que realizó en 2013.
Controversias y defensa de Telegram
Telegram, la plataforma que fundó y dirige, cuenta con más de mil millones de usuarios activos mensuales, pero ha sido blanco de duras críticas por la escasa moderación de contenido, incluyendo reportes de uso por redes delictivas. Pavel Durov ha negado rotundamente estas acusaciones, insistiendo en que la plataforma protege la libertad de expresión frente a regímenes autoritarios.
En 2024, fue arrestado en Francia bajo sospechas de negligencia frente al uso criminal de su plataforma. “El hecho de que los delincuentes utilicen nuestro servicio no nos convierte a nosotros en delincuentes”, se defendió.
Finalmente, Durov aseguró que su testamento tiene un objetivo más allá de la herencia: “Quiero proteger mi legado y asegurarme de que los valores que defiendo perduren”.
