El martes pasado, el presidente Donald Trump y su esposa Melania asistieron a un servicio religioso en la Catedral Nacional de Washington, como parte de los eventos relacionados con su reciente investidura.
Durante la ceremonia, la obispa Mariann Edgar Budde, líder de la Dócesis Episcopal de Washington DC, aprovechó el púpito para dirigir un sermón crítico al mandatario.
El discurso de la obispa

“Señor presidente, millones han puesto su confianza en usted. Le pido, en nombre de Dios, que tenga misericordia para la gente en nuestro país que ahora tiene miedo”, declaró Mariann Edgar Budde.
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En su mensaje, instó a la administración a mostrar clemencia hacia las minorías afectadas por las recientes políticas gubernamentales, especialmente los migrantes y la comunidad LGBT. También destacó el papel crucial de los migrantes en la economía y la vida social estadounidense, y abogó por los niños cuyos padres enfrentan la amenaza de deportación.
Inicialmente atento, el presidente Trump mostró tensión conforme avanzaba el sermón. El vicepresidente J.D. Vance también reflejó incomodidad. Al finalizar el servicio, Trump calificó el evento de “poco emocionante” y criticó duramente a Budde a través de su plataforma Truth Social, describiéndola como una “radical de izquierda” con un “tono desagradable”.
@amicushgo Las palabras virales de la Obispa Mariann Edgar Buddy.
♬ Así Fue – En Vivo Desde Bellas Artes, México/ 2013 – Juan Gabriel
El contexto político de Donald Trump
El mensaje de Budde se produce en un contexto de gran polarización política. Apenas un día antes, Trump firmó varias órdenes ejecutivas controvertidas, incluyendo la declaración de un estado de emergencia en la frontera con México, restricciones al asilo, la eliminación del derecho automático a la ciudadanía para hijos de migrantes indocumentados y cambios que afectan a la comunidad LGBT. Estas decisiones han generado una amplia gama de reacciones, desde protestas hasta apoyo de sus bases.

La intervención de la obispa Budde ha desatado un intenso debate. Mientras que algunos sectores elogiaron su valentía al hablar frente al mandatario sobre temas sensibles, otros, como el representante republicano Mike Collins, la criticaron duramente. Este episodio refleja la tensión entre las políticas del gobierno y los valores humanitarios promovidos desde diversos sectores religiosos y sociales.
Por un día, la Catedral Nacional de Washington fue mucho más que un lugar de oración. Se convirtió en el epicentro de un enfrentamiento simbólico entre la visión política de la administración Trump y los llamados a la compasión hacia las comunidades vulnerables. Este momento subraya la creciente tensión en el país y la búsqueda de equilibrios entre el poder y la empatía.
