En pleno programa de televisión, Kevin M. Taylor, influencer y artista no binario, gritó: “¡Ese vestido no me representa!” mientras buscaba el atuendo perfecto para su boda.
Lo que podría parecer un simple berrinche por un vestido que no le gustó, en realidad reflejaba algo más profundo: la dificultad de encontrar ropa que refleje su identidad. “Me hace sentir como un hombre”, confesó, visiblemente frustrado frente al espejo.
La búsqueda de autenticidad en la ropa del hombre

Para muchas personas no binarias, la moda sigue siendo un terreno complicado. Tiendas, pasarelas y catálogos continúan divididos estrictamente entre “hombre” y “mujer”, ignorando la diversidad de identidades que existen fuera de esas categorías. Esta división convierte el acto de vestirse en una lucha diaria para quienes no encajan en esos moldes preestablecidos.
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En el programa, Kevin buscaba un vestido para un momento especial: su boda. No se trataba solo de elegir algo “bonito”, sino de encontrar una prenda que hablara de quién es realmente, que lo hiciera sentir auténtico. Para él, la ropa no es solo tela: es un lenguaje silencioso que comunica al mundo la identidad de quien la lleva.
Reacciones y visibilidad de este caso
El clip se volvió viral rápidamente. Miles de personas se identificaron con su experiencia y compartieron historias similares, mientras que otros lo criticaron, recordando que todavía existe resistencia social al reconocimiento de identidades no binarias y la inclusión en la moda.
Kevin M. Taylor no es solo influencer; también es actor. Próximamente interpretará a Pilate en una producción del musical Jesus Christ Superstar en Berlín. A través de su visibilidad, busca recordar que todas las personas, independientemente de su identidad de género, merecen vestirse y mostrarse tal como son.

Su experiencia pone de relieve la importancia del respeto y la inclusión. Permitir que cada quien se exprese libremente a través de la ropa es un derecho básico que muchas veces se pasa por alto. Como Taylor demuestra, vestirse según la propia identidad no es un capricho, sino una forma de afirmar quién eres y cómo quieres ser visto por el mundo.