Conocida como el “polo sur” de Yucatán por sus bajas temperaturas, Nohalal es una pequeña comisaría en el municipio de Tekax, ubicada a 200 kilómetros al sur de Mérida.
Este rincón yucateco, con apenas 24 habitantes según el Censo de 2020, ha registrado temperaturas de hasta 0°C en varias ocasiones, un fenómeno poco común en la región.
Nohalal y sus bajas temperaturas
Enclavada en la sierrita yucateca, Nohalal enfrenta inviernos extremos. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), los días más fríos ocurrieron el 23 y 24 de enero de 2009, cuando el termómetro marcó 0°C.
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Otros meses, como diciembre, también suelen ser particularmente gélidos, destacándose como un contraste climático en el cálido Yucatán.
La historia de esta comunidad es tan notable como su clima. En 1952, Nohalal era apenas una ranchería sin agua potable, dependiente de pozos y de la distribución en vehículos. Para 1990, su población alcanzó los 79 habitantes, pero desde el año 2000 ha experimentado un declive continuo.
Actualmente, de las 18 viviendas existentes, solo siete están habitadas, todas con servicios básicos como electricidad y agua entubada, un avance significativo respecto a décadas anteriores.
@ferchavagilmx Nohalal, un lugar en Yucatán donde el termómetro llega a 0 grados.
La resaltante identidad maya
La comunidad conserva una fuerte identidad maya: 15 de sus habitantes hablan la lengua indígena. Sin embargo, su nivel educativo promedio es bajo, alcanzando apenas quinto grado de primaria. En contraste, los hogares muestran avances tecnológicos, con acceso a refrigeradores, televisores y celulares, aunque solo dos viviendas cuentan con internet.
Religiosamente, Nohalal es un caso particular en Yucatán, donde predomina el catolicismo. Solo siete habitantes se identificaron como católicos en 2020, mientras que otros profesaban diferentes religiones o ninguna.
En años recientes, la Conagua dejó de registrar datos climáticos en Nohalal, perdiendo así información valiosa sobre sus inviernos extremos. A pesar de ello, los habitantes enfrentan los fríos intensos con suéteres y tradiciones que han mantenido a lo largo del tiempo.
Nohalal es mucho más que un lugar frío. Es un testimonio de cómo las comunidades pequeñas pueden adaptarse a condiciones adversas, preservar su identidad cultural y mantener viva su historia en medio de los retos del siglo XXI.
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