Mientras la Franja de Gaza sufre una de las crisis humanitarias más devastadoras de su historia, con miles de mujeres y niños muertos y cientos de miles de personas en riesgo de morir por hambre, según advierte la ONU, aún surgen historias que logran conmover al mundo. Una de ellas es la de Ahmed, un niño de apenas ocho años que, desde la Ciudad de Gaza, ha encontrado una manera de resistir y sembrar esperanza.
A través de su cuenta de Instagram, donde ya ha reunido miles de seguidores, Ahmed documenta su vida diaria entre escombros, bombardeos y desabastecimiento. En sus publicaciones, comparte consejos sobre cómo cultivar hortalizas en azoteas y muestra la rutina que comparte con su inseparable compañero: un pequeño gato negro llamado Simba.
La historia del niño Ahmed en Gaza

La historia de Ahmed comienza con su regreso a Gaza tras un año de exilio forzado por los constantes ataques. Aunque se mostró emocionado por volver a su escuela y reencontrarse con sus juguetes, también lloró la pérdida de una familiar muy querida, Suzy, víctima del conflicto.
TAL VEZ TE INTERESE: Perrito es arrastrado por un cocodrilo en Tulum
La vida en la ciudad está marcada por la escasez y el peligro constante, pero el pequeño ha encontrado formas de sobrellevar las dificultades. Uno de los momentos más emotivos de sus videos fue cuando, después de varios intentos, logró encontrar un costal de comida para Simba. Antes de eso, Ahmed compartía sus raciones con el gatito, e incluso llegó a alimentarlo con papas y calabazas. Cuando estos también escasearon, le dio su propio pan.
Un proyecto que alimenta más que estómagos
Con determinación y creatividad, Ahmed transformó la azotea de su casa en un pequeño huerto donde cultiva verduras y cría gallinas para ayudar a alimentar a su familia. Pero su visión va más allá: quiere replicar este modelo de cultivo en otras casas de Gaza para que más familias puedan subsistir pese al bloqueo.

En YouTube, donde también ha ganado gran popularidad, Ahmed difunde su mensaje de resiliencia y solidaridad. Su historia ha tocado corazones en todo el mundo, recordando que, incluso en medio de la guerra, es posible sembrar vida y esperanza.