Durante el último mes del otoño boreal, entre junio y agosto, el cielo nocturno nos regala una de sus exhibiciones más extraordinarias: la Vía Láctea se muestra en todo su esplendor. Aunque esta franja luminosa que cruzamos cada noche es observable casi todo el año, es en estos meses cuando alcanza su momento más brillante y prolongado.
¿Por qué junio es el momento ideal?
No se trata de un mero capricho astronómico. El posicionamiento de la Tierra, su inclinación axial y su localización en la órbita alrededor del Sol coinciden para que, a partir de junio, el núcleo de la galaxia comience a elevarse más alto en el cielo, permaneciendo visible durante varias horas cada noche . Los expertos de la NASA lo llaman la “temporada principal” o “temporada del núcleo” de la Vía Láctea.
Esta franja difusa que apreciamos en noches sin luna y lejos de la contaminación lumínica no es otra cosa que una visión lateral de nuestro disco galáctico. Desde nuestra posición, en el brazo de Orión, vemos cara a cara el conjunto de miles de millones de estrellas, cúmulos de hidrógeno, extensas nubes de polvo y, en el centro, el núcleo oscuro del sistema supermasivo Sagitario A*.
Cómo aprovechar esta temporada
- Encuentra cielos oscuros
La clave es alejarse lo más posible de las luces artificiales. La escala de Bortle ayuda a identificar lugares óptimos: mientras que una clase 1 revela la galaxia en todo su esplendor, una clase 9 apenas deja ver estrellas. - Evita noches de Luna llena
Incluso una Luna brillante puede empequeñecer la visibilidad de la Vía Láctea. Lo ideal es elegir fechas cercanas a la luna nueva o de fase menguante. - Elige la dirección y el horario correctos
En el hemisferio norte, conviene mirar hacia el sur-sureste; en el sur, apuntar al sur profundo maximiza la vista hacia el centro galáctico. El mejor momento para observar es entre la medianoche y la madrugada.
Tres ventajas del hemisferio sur en junio
- Cielos más oscuros y secos: lugares como el desierto de Atacama o la Patagonia presentan condiciones ideales: noches largas y baja humedad, lo que reduce la interferencia atmosférica.
- Mayor elevación del núcleo: en latitudes australes, el centro de la galaxia puede elevarse hasta 60° sobre el horizonte, facilitando su observación prolongada.
- Más tiempo de visualización: en lugares como Ushuaia, las noches de junio pueden durar hasta 14 horas, ofreciendo un amplio lapso para contemplar la franja galáctica.
Más eventos astronómicos en junio
Junio no solo destaca por la Vía Láctea. La NASA también recomienda estar atentos a:
- Planetas al amanecer: Venus y Saturno serán visibles en el cielo oriental, con alineaciones especiales con la Luna los días 19 y 22.
- Marte y Régulo: entre el 16 y 17 de junio, Marte pasará muy cerca de la estrella Régulo, en Leo, un evento observable con binoculares.
- Mercurio al atardecer: el 27 de junio, Mercurio alcanzará su mejor momento de visibilidad tras el crepúsculo.
- Solsticio de junio: el día 20 marca el solsticio, convirtiéndose en el día más largo del año en el hemisferio norte y el más corto en el sur.