NASA despliega herramientas de defensa planetaria por misterioso cuerpo celeste

Según el informe, los expertos de la IAWN han señalado que este objeto plantea “desafíos únicos” en cuanto a determinar su trayectoria

NASA despliega herramientas de defensa planetaria por misterioso cuerpo celeste

NASA despliega herramientas de defensa planetaria por misterioso cuerpo celeste

Durante los últimos días, la NASA ha implementado de forma silenciosa una serie de dispositivos y protocolos de defensa planetaria dirigidos al objeto interestelar conocido como 3I/ATLAS (C/2025 N1). El 21 de octubre, a las 21:08 UT (23:08 CEST), la agencia envió un aviso técnico mediante el boletín MPEC (2025-U142) gestionado por el Minor Planet Center de la Harvard University, en el que confirmaba el seguimiento intensificado de este cuerpo.

Sin convocar ruedas de prensa ni realizar anuncios públicos grandilocuentes, la NASA activó lo que se describe como un protocolo de defensa planetaria. La activación fue discreta: se llevó a cabo mediante una comunicación electrónica en la que se leyó la frase “Anuncio de la ‘Campaña de Astrometría de Cometas de la IAWN del 27 de noviembre de 2025 al 27 de enero de 2026. La campaña se centrará en el cometa 3I/ATLAS (C/2025 N1).”

Un visitante bajo vigilancia

Este cuerpo —3I/ATLAS— representa un caso sin precedentes: es la primera vez que un objeto externo al Sistema Solar es sometido a una campaña de observación coordinada por la International Asteroid Warning Network (IAWN), institución que normalmente se moviliza únicamente ante amenazas reconocidas para la Tierra. Como parte de este seguimiento, se está organizando un ejercicio global de entrenamiento cuyo objetivo es afinar las capacidades de detección de rocas espaciales y preparar a la humanidad ante una eventual amenaza entrante.

Según el informe, los expertos de la IAWN han señalado que este objeto plantea “desafíos únicos” en cuanto a determinar su trayectoria. Entre sus características más extrañas figura una “anticola”: un rastro de partículas que se extiende hacia el Sol en vez de alejarse de él, justamente al revés de lo que habitualmente se observa en cometas. Los telescopios y sistemas de seguimiento repartidos por todo el mundo estarán enfocados en 3I/ATLAS desde el 27 de noviembre de 2025 hasta el 27 de enero de 2026 para localizarlo con mayor precisión.

¿Cometa o algo más?

La activación de este protocolo ha provocado un fuerte revuelo en redes sociales. En plataformas como X circulan versiones que cuestionan si realmente estamos ante un cometa convencional o, por el contrario, podría tratarse de algún tipo de nave espacial. Comentarios como: “¿Por qué tanto silencio? ¿Qué sabe la NASA que nosotros no?” se repiten con frecuencia. Algunas cuentas afirman directamente que “El 3I/ATLAS definitivamente no es un cometa y la NASA está aterrorizada”, llegando a sugerir la existencia de “reptilianos” a bordo. Además, circulan imágenes manipuladas que alimentan aún más la especulación.

Por otra parte, el astrónomo Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, ha planteado la posibilidad de que este extraño cuerpo esté realizando una maniobra gravitacional deliberada que correspondería al conocido efecto Oberth (un aumento de velocidad que ocurre al acercarse a un objeto masivo). Según su hipótesis, el 3I/ATLAS alcanzará su punto óptimo para dicha maniobra dentro de una semana, al situarse a aproximadamente 126 millones de millas del Sol. Loeb incluso sugirió que el objeto podría estar propulsado por energía nuclear, tras la observación de que parecía emitir su propia luz. Durante su aproximación máxima a Marte el 3 de octubre, las sondas captaron imágenes en las que el cuerpo aparecía con forma cilíndrica metálica, recubierto de níquel —material que recuerda a ciertas estructuras utilizadas por naves humanas— lo que volvió aún más plausible la hipótesis de un artefacto enviado por una inteligencia exterior. De hecho, algunos cálculos preliminares estiman que el diámetro del objeto podría superar las 28 millas.

¿Cuál es la posición de la NASA?

Respecto a estas especulaciones, la NASA se ha limitado a señalar que su programación habitual permanece «actualmente cerrada» debido al cierre gubernamental en curso, y no ha emitido declaraciones adicionales. No obstante, en el aviso oficial se indica que el programa corresponde a un ejercicio de intercambio de información para que observadores astronómicos de todo el planeta puedan capturar mejores imágenes del supuesto cometa.

En conclusión, ya sea que el 3I/ATLAS resulte un visitante interestelar benigno o lleve consigo intenciones desconocidas, lo cierto es que su comportamiento extraordinario ha activado los mecanismos de monitoreo más avanzados disponibles, demostrando que la Tierra —y sus agencias científicas— están preparadas para observar, analizar y, llegado el caso, ponerse en alerta ante lo inesperado.

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