La victoria del exmandatario Donald Trump, con al menos 295 votos electorales y ventaja en Nevada, Arizona y Alaska frente a 226 de la vicepresidenta Kamala Harris, en las elecciones presidenciales del padsado 5 de noviembre, se explica por una serie de factores, incluyendo el enojo profundo con la situación económica y los votos que arrebató a los demócratas y que éstos daban por sentado.
Un análisis de la encuesta de salida que aplicó The Washington Post revela que los hombres latinos impulsaron a Trump a la Casa Blanca, con 54% que votó por él y 44% por Harris.
En Pennsylvania, un estado con 19 votos del Colegio Electoral, Trump amasó 41% del apoyo hispano, mientras que en 2020 sólo consiguió 27% de los sufragios de esta comunidad, según una encuesta a pie de urna de NBC News.
Los datos revelan una tendencia similar en otros dos estados bisagra del “muro azul”: con 60% de apoyo hispano en Michigan (comparado con 44% en 2020) y 38% de esta comunidad en Wisconsin, mientras que en 2020 obtuvo 37%.
Del mismo modo, en condados de mayoría latina en Texas y Florida, dos estados sureños donde los republicanos han ganado las últimas elecciones, Trump aumentó terreno entre los hispanos y Harris perdió el apoyo que esta población le dio a Joe Biden en 2020.
Desde 2016, los votantes latinos, especialmente los hombres, han mostrado un acercamiento a Trump. En 2020, Biden ganó en este grupo con 59% frente a 36% de Trump. Según el Post, 38% de asiáticos también votaron por Trump, contra 56% que lo hicieron por Harris. Un 62% de las mujeres blancas, sin título universitario, se decantaron por Trump.
En cambio, 59% de las mujeres blancas con estudios universitarios lo hicieron por Harris.
Un factor clave en la victoria de Trump fue el apoyo constante de votantes sin título universitario. Según AP, más de la mitad de esos votantes respaldaron a Trump. Muchos de esos votantes están desesperados porque la inflación ha elevado los precios y no les alcanza.
No obstante, datos preliminares de CNN sugieren un cambio importante entre votantes blancos con título universitario, quienes en 2016 apoyaron a Trump por un margen estrecho. En estas elecciones, Harris obtuvo 54 % de su respaldo, superando a Trump por 10 puntos.
En términos generales, 53% de las mujeres blancas favorecieron a Trump. Entre las hispanas, 61% votó por Harris, pero 37% lo hizo por Trump. El apoyo a la demócrata fue abrumador entre las afroestadounidenses: 92%, según datos de The Washington Post.
Un último factor que explica el triunfo de Trump fue su capacidad para recuperar parte del respaldo perdido en 2020 en zonas rurales, tradicionalmente favorables a los republicanos, en comparación con las áreas urbanas, que tienden a apoyar a los demócratas. La encuesta de CNN indicó que 63% de los votantes en áreas rurales votaron por Trump y que sólo 36% lo hizo por Harris.
En las zonas urbanas, en cambio, Harris obtuvo 60% frente a 37% de Trump. Los suburbios, esas áreas residenciales a las afueras de las ciudades, a menudo campo de batalla electoral, se mantuvieron divididos: Trump consiguió 50% del apoyo, frente a 48% de Harris.
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Con estos resultados, ayer Harris llamó para reconocer la victoria a Trump y felicitarlo al igual que Biden, quien también le ofreció una “transición traquila”, reportó la Casa Blanca en un comunicado.
Trump “apreció mucho” la llamada del presidente y planea aceptar en breve la oferta de Biden de reunirse, según la campaña. Biden elogió a Harris como una persona de “carácter extraordinario, integridad y coraje”, y agregó que “ella ha sido la mejor vicepresidenta que podría haber esperado”. Harris dio un discurso en la Universidad de Howard en Washington, el primero desde que fue declarada perdedora de las elecciones, en el que aceptó la derrota pero no renunció a la lucha para que “la luz vuelva” a EU.
“Estoy aquí para decir: aunque acepto la derrota, no renuncio a la lucha que impulsó esta campaña”, aseguró Harris visiblemente emocionada. Recordó que “un principio fundamental de la democracia estadounidense” es que cuando se pierden unas elecciones se aceptan los resultados. Reconoció su derrota en las votaciones asegurando que el resultado no es el que querían ni por el que trabajaron, pero prometió que “la luz del EU prometido volverá”.
La victoria de Trump fue anunciada en la madrugada.
Tras esto, NBC News informó que el Departamento de Justicia busca cómo cerrar antes de la investidura los dos casos federales que hay en contra de Trump para cumplir con la política de que un presidente no puede ser procesado. Según sus fuentes, el Departamento de Justicia evaluaría cómo actuar en los dos casos que enfrenta por supuestamente instigar el asalto al Capitolio en 2021 y por presunto manejo indebido de documentos cuando dejó el cargo. Esto iría en contra de la postura del fiscal especial Jack Smith, quien ha sido el que más ha empujado los casos federales contra Trump y a quien el magnate ha prometido despedir inmediatamente en cuanto llegue al Despacho Oval en enero.
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Con información de El Universal