La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmó el fallecimiento de la astrónoma Julieta Norma Fierro Gossman, figura emblemática de la divulgación científica, quien murió hoy a los 77 años. Fierro no solo destacó en el estudio del cosmos, sino que también cultivó la pasión por compartir conocimientos sobre estrellas, planetas y galaxias.
Legado científico y divulgador
Julieta Fierro fue investigadora titular en el Instituto de Astronomía de la UNAM y también ejerció como profesora en la Facultad de Ciencias, donde formó a numerosas generaciones de estudiantes. Desde muy joven mostró interés por los temas que van más allá de la Tierra, por entender qué hay en el Universo, una curiosidad que la acompañó toda su vida y la impulsó a dedicarse a la Física.
Su formación académica incluye el título de licenciatura en Física por la UNAM (obtenido en 1974) y una especialización de posgrado en astrofísica. Durante décadas combinó investigación con divulgación: escribió más de 40 libros, muchos de ellos dirigidos a público general, creó espacios para hacer accesible la ciencia, participó en museos, conferencias, medios de comunicación y exposiciones científicas.
Distinciones y reconocimientos
A lo largo de su trayectoria, Fierro recibió numerosos premios y honores. Entre ellos se cuentan tres doctorados honoris causa, además del Premio Kalinga de la UNESCO en 1995, por su sobresaliente contribución al acercamiento de la ciencia al gran público. También fue elegida como integrante de la Academia Mexicana de la Lengua —ocupó la silla XXV— una de las pocas mujeres que ha alcanzado ese reconocimiento.
Reflexiones personales: “Lo que me hace feliz es hablar del Universo”
Para Julieta Fierro, uno de los mayores placeres siempre fue compartir lo que ella llamaba “la plática del Universo”. Hablar sobre qué hay más allá de nuestro planeta, de las estrellas y galaxias, era lo que la hacía sentirse viva y conectada con algo más grande.
Desde niña, tuvo sueños variados: pensaba en las artes del trapecio, le fascinaban las matemáticas, se cuestionaba incluso si podría tener muchos hijos. Pero, finalmente, escogió la física. Decisión que cambió su vida, una decisión que la convertiría en una de las voces más queridas de la ciencia en México.
Impacto para México y el mundo
La UNAM ha señalado que el trabajo de Julieta Fierro trasciende tiempo y fronteras. No solo por sus aportes científicos sino por cómo divulgó: hizo accesibles temas complejos, facilitó la educación en ciencias, inspiró vocaciones, y dejó una huella duradera en jóvenes, en público general y en colegas.
Su muerte representa una gran pérdida, pero también abre la posibilidad de reflexionar sobre la importancia de la ciencia, su divulgación, y cómo figuras como ella ayudan a que más personas se acerquen al conocimiento del cosmos.