El cine y la televisión mexicana han perdido a uno de sus grandes exponentes, pues la Asociación Nacional de Intérpretes (Andi) dio a conocer la muerte del actor Luis Couturier, conocido por su gran talento y trayectoria en el cine mexicano, siendo la película Bardo la última vez que mostró su talento en la pantalla grande.
Su partida deja un vacío irreparable en la industria del entretenimiento, pero también un legado que perdurará por siempre en el corazón de las y los mexicanos.
Trayectoria y versatilidad de Luis Couturier
Nacido en el icónico barrio de Tepito el 12 de abril de 1940, Couturier fue uno de los primeros actores mexicanos que logró consolidar una sólida trayectoria artística a través de las pantallas, en donde logró interpretar a personajes emblemáticos dentro de telenovelas, series y películas que fueron reconocidas internacionalmente.
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Gracias a su carisma y versatilidad dentro y fuera de las pantallas, se convirtió en uno de los actores más queridos de su generación, ya que su capacidad para interpretar una amplia gama de personajes, desde villanos hasta héroes, le permitió ganarse el cariño y el respeto tanto del público como de sus colegas.
A lo largo de su carrera, el actor recibió varios premios y distinciones que reconocieron su contribución al arte y la cultura mexicana. Su trabajo no solo dejó huella en las producciones en las que participó, sino también en las nuevas generaciones de actores y actrices que lo veían como un referente del medio.
Desafíos personales y legado
De acuerdo con lo compartido por la Andi, el icónico actor murió a la edad de 84 años y, aunque las causas exactas de su deceso aún no han sido confirmadas públicamente, se sabe que en 2016 comenzó a presentar problemas de salud, ya que sufrió un infarto cerebral que lo llevó a estar hospitalizado por cuatro meses.
En ese momento, dado el complicado panorama que enfrentaba, decidió firmar una voluntad anticipada.
Luis Couturier comenzó su carrera profesional en 1957 como caricaturista, colaborando con diversos medios de comunicación como El Diario de Jalapa, El Universal y la Revista Jajá.
En 1978, dio el salto al cine con su participación en la película Llovizna, y ese mismo año debutó en la televisión con la telenovela Mamá Campanita. Desde entonces, su carrera se vio marcada por una prolífica trayectoria en la pantalla chica, con más de 40 telenovelas en su haber.
A pesar de su partida, Luis Couturier deja un legado de gran valor para la cultura mexicana, que será recordado por siempre gracias a su dedicación, talento y contribuciones al mundo del cine y la televisión.
